Meloni sigue sin una posición clara sobre el rearme europeo: Italia debe decidir si seguir comprando ‘acciones Trump’ o sumarse a los líderes de la UE

La primera ministra italiana ha fracasado en ser el puente entre Washington y Bruselas y ahora debe jugar con equilibrismos para no caer en fuera de juego. En clave nacional, deberá contener a sus socios de gobierno, que piden posiciones contrarias

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La primera ministra italian, Giorgia
La primera ministra italian, Giorgia Meloni, en el Parlamento, en Roma, a 18 de marzo de 2025. (REUTERS/Remo Casilli)

Giorgia Meloni no quiere distanciarse de Donald Trump, pero tampoco quiere ser la ‘ogra’ de Bruselas. Tras fracasar en el intento de ser el puente entre Estados Unidos y la Unión Europea a la primera ministra italiana no le queda otra que mantener un juego de equilibrismo y a hablar con la boca pequeña sobre las grandes cuestiones para evitar así quedar en fuera de juego.

Este mismo equilibrio se vio muy bien en la sesión de este lunes en el Senado italiano, donde Meloni abordó varias de las cuestiones que se tratarán en el Consejo Europeo de este jueves. Sobre la iniciativa de rearme europeo propuesta por la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen, Roma no se opone, pero advierte que es un proyecto con un nombre “engañoso” y que “no está bien planteado”: "no se trata sólo de comprar armas“, afirmó en su comparecencia la líder del partido ultraderechista Hermanos de Italia, que apuntó además que sería impensable que se hiciese sin EEUU. Meloni reitera que es necesario el apoyo a Kiev, pero “apoyando el esfuerzo lanzado por el presidente Trump” en sus negociaciones bilaterales con Vladimir Putin.

Ningún plan de garantías de seguridad alternativo puede hacerse sin Washington, según la italiana, y por eso rechaza la propuesta de enviar tropas en una misión de paz “sin el paraguas de la OTAN”, así como la creación de un ejército europeo común que sirva para suplir la debilitada organización trasatlántica: “No hay ningún proyecto”, afirmó en otra intervención en el Parlamento italiano.

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Las discrepancias con el resto de líderes también tienen que ver con la manera de financiar el rearme. “Los gastos en Defensa no tocarán los fondos de cohesión", reafirma Meloni, en línea con la posición de países como España. No obstante, la ultraderechista sí abre la puerta a la opción de descontar el gasto en Defensa del cálculo de la deuda.

Equilibrismos para contentar a sus socios

En clave interna, el partido de Meloni, Hermanos de Italia, no cuenta con una mayoría absoluta en el Parlamento, y por eso deberá contener las críticas de sus socios de gobierno de coalición, tanto de Forza Italia (centro derecha) como Liga (también extrema derecha).

Los de Matteo Salvini son defensores a ultranza de Trump, desde sus aranceles hasta sus negociaciones de paz con Putin, pero sobre todo, está en contra de cualquier cosa que surja de Europa. Forza Italia mantiene una postura más sensata, en línea con la del Partido Popular Europeo, el partido de Von der Leyen; y Hermanos de Italia tiene dudas en ciertos aspectos, pero no se opone a la idea de impulsar la Defensa y autonomía europea.

La oposición, por su parte, acusa a Meloni de refugiarse en el silencio “de quien no sabe qué decir o no quiere decir lo que piensa” en los últimos meses y le achaca que el país “no sabe su opinión” sobre las grandes cuestiones que se debaten en Europa.

Roto el eje euroatlántico, Roma tiene que elegir

“Los equilibrios con los que ha estado jugando Meloni en estos últimos años se han basado en mantener una relación cordial con Bruselas y tener buenas relaciones con Washington. Ahora Trump ve a la Unión Europea como un enemigo existencial y ese plan se rompe. Ella se ha movido, y piensa poder seguir moviéndose, desde el eje euroatlántico, pero ese eje se ha ido al garete”, explica el historiador italiano y profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona, Steven Forti.

Por eso, el profesor explica que ahora se abre un interrogante importante: “Deberá elegir entre seguir comprando ‘acciones Trump’, como los Abascal, Salvini u Orbán; o por el contrario pensar en la autonomía estratégica de Europa en todos los sentidos, en línea con lo pronunciado por el exministro italiano Mario Dragui, que incluso ha criticado el plan Ream Europe por ser poco ambicioso", subraya Forti.

Mirando de reojo las encuestas

En todo caso, lo que busca Meloni es ganar tiempo y ver hacia que lado se inclina la balanza. Por eso pide no dejarse llevar por “las declaraciones de los actores en escena, sino por los hechos”, en un intento de desmarcarse de las coaliciones de voluntarios de Macron y Starmer sin mostrar su rechazo explícito a las alianzas.

Forti explica que Meloni está pendiente de las encuestas políticas, y por eso intentará frenar algunas posiciones “demasiado lanzadas” como el envío de soldados a Ucrania, “aunque la lógica dice que seguirá enviando armas a Ucrania”, omitiendo, claro está, hablar de armas. “Meloni sabe que en Italia los sondeos de opinión dicen que hay una mayoría de la población contraria al plan de rearme en general, a la militarización, e inclusive a seguir apoyando a Ucrania”. Italia está en una posición débil, pero Europa no espera y demanda respuestas de Roma. Meloni pide tiempo, pero tardar mucho puede dejar a la cuarta potencia en la irrelevancia.