
La Unión Europea da el primer paso atrás para evitar una temida escalada comercial. El comisario europeo de Comercio, Maroš Šefčovič, ha afirmado que retrasará la reactivación de los aranceles a productos estadounidenses hasta mediados de abril, con el objetivo de ganar “tiempo extra” para reconducir las relaciones con Donald Trump.
“Valoro la unidad de la UE, que nos permite ser firmes en la protección de nuestros intereses, al tiempo que interactuamos con Estados Unidos para ver si podemos evitar una escalada innecesaria“, ha afirmado en la Comisión de Comercio internacional
El presidente estadounidense ordenó aranceles generalizados del 25% que afectan a los productos europeos, tomando como primer rehén al acero y el aluminio. Como respuesta, la UE prometió “golpear donde duele” y ordenó reactivar las tarifas de 2018 a productos como el whiski bourbon y las motocicletas Harley Davidson, previstas para el 1 de abril, además de una serie de contramedidas adicionales que entrarían en vigor a mediados del mismo mes. La Comisión argumentó entonces que se trató de una medida “equilibrada” al daño que producirán las medidas de Washington.
Acto seguido, la Administración Trump respondió con aranceles del 200% sobre los vinos, cavas, espumosos y bebidas espirituosas procedentes de la Unión Europea, una cifra que provocó el temor de los productores vinícolas, que han presionado a los líderes europeos para dar marcha atrás.
En unas declaraciones recogidas por Reuters, el jefe comercial de la UE argumentó que la intención de la Comisión era alinear el calendario para que las nuevas contramedidas entrasen en vigor a la vez, pero la realidad es que la Comisión Europea espera poder revertir la situación y permitir algún ajuste en los productos estadounidenses.
Líderes de la UE piden rectificar
Quien más ha elevado el tono ha sido la primera ministra, Giorgia Meloni, que pidió en una intervención en el Parlamento Italiano “pragmatismo” sobre los aranceles estadounidenses. “Una guerra comercial no beneficiaría a nadie, ni a Estados Unidos ni a Europa”, declaró la italiana, que advirtió que las medidas de represalia “se convierten en un círculo vicioso donde todos pierden”.
El premier francés François Bayrou admitió el fin de semana pasado que la UE “probablemente se equivocó” al fijar un arancel al bourbon estadounidense. Francia e Italia son los mayores exportadores de vino a Estados Unidos. Su homólogo alemán, Friedrich Merz, ha repetido en varias ocasiones que desea “frenar esta peligrosa espiral” arancelaria. En la Eurocámara, la propia delegación española del PPE, el partido de Von der Leyen, solicitó por carta a la presidenta de la Comisión Europea que haga todo lo posible por evitar “un conflicto arancelario a gran escala”.
La Unión Europea también teme que los aranceles de Trump al acero y aluminio chino, más barato, inunden el mercado europeo. En este sentido, el Ejecutivo comunitario anunció que endurecerá las cuotas de importación de acero para reducir los flujos entrantes “en un 15% adicional” a partir de abril.