
Los gimnasios se han convertido en uno de los lugares favoritos de las personas para bajar de peso, ganar masa muscular o, simplemente, estar en una buena condición física. Tanto es así que, a veces, en la zona de musculación de los gimnasios más comerciales no cabe ni un alfiler en las horas punta. Según el informe La industria del deporte y el fitness, elaborado por OBS Business School, se contabilizaron en 2022 un total de 4.561 gimnasios en todo el país, que ofrecen su servicio a más de 5,4 millones de usuarios. El mismo estudio revela que los gimnasios españoles se están centrando en proporcionar una atención y seguimiento más personalizados de los clientes, lo que justifica que las tarifas mensuales sean más altas que en otros establecimientos deportivos en Europa.
Zapatillas inadecuadas para entrenar fuerza
A pesar de que muchos usuarios de gimnasio emplean prendas deportivas o, en su defecto, la ropa más informal de su armario para acudir a los centros de entrenamiento, lo cierto es que no toda la ropa concebida para hacer deporte es recomendable para entrenar fuerza. En este sentido, el entrenador personal y creador de contenido en la red social TikTok, Alberto Cara, ha desvelado qué clase de calzado es el óptimo para los entrenamientos de fuerza o hipertrofia -aumento del tamaño de las fibras musculares debido al incremento en el volumen celular-.
Según Cara, usar unas zapatillas de correr “para entrenar fuerza es una cagada”, salvo que el entrenamiento esté enfocado en la cinta de correr. “Este tipo de zapatillas están diseñadas para amortiguar impactos y la amortiguación en el entrenamiento de fuerza no solo es inútil, sino que puede ser perjudicial”, afirma el hombre.

Los motivos que dan lugar a la valoración negativa de Alberto radican, por un lado, en que el calzado de correr “absorbe parte de la fuerza que ejerces contra el suelo; por ejemplo, cuando haces peso muerto para traccionar o cuando haces un press de hombros para estabilizarte”. Otra desventaja observable al usar esta clase de zapatillas es la pérdida de estabilidad, “uno de los puntos fundamentales en cualquier ejercicio de fuerza-hipertrofia porque nos permite aplicar fuerza con más seguridad, lo que se traduce en un mayor rendimiento, mejores resultados y menor riesgo de lesión”, indica el graduado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (CCADF).
La mejor opción: suela plana, firme y sin amortiguación
A no ser que el entreno planteado para un día determinado sean ejercicios de resistencia y explosividad en la cinta de correr, las mejores zapatillas para trabajar en las máquinas de musculación son aquellas con “suela plana, firme y sin amortiguación. Zapatillas tipo Converse, Vans o, incluso, entrenar descalzo si el gimnasio te lo permite y no te huelen los pies”, destaca Alberto Cara.
Para las sentadillas profundas o patrones de sentadilla, el creador de contenido deportivo sugiere usar zapatillas de halterofilia, especialmente si la persona tiene poca movilidad de tobillo. Sea como fuere, lo más importante a la hora de elegir el mejor calzado es que te proporcionen “estabilidad y conexión con el suelo”, concluye el entrenador personal.