El truco para mejorar tu salud y que no sea necesario caminar 10.000 pasos al díaCaminar 10.000 pasos al día es uno de los objetivos más comunes entre aquellas personas que buscan mantener la línea, además de ser un remedio muy eficaz para que no pille el toro con la `operación bikini´.
De acuerdo con un artículo publicado en el Scandinavian Journal of Medicine and Science in Sports, combinar mayor intensidad con volumen de ejercicio puede ofrecer beneficios adicionales en relación con afecciones como la presión arterial alta, niveles elevados de azúcar en sangre y grasa corporal abdominal, todos asociados con el síndrome metabólico.
Al respecto, el Dr. Elroy Aguiar, principal autor del estudio, explicó al medio que “el análisis indica que se puede lograr un mayor volumen de ejercicio, pero es mejor combinar un mayor volumen con una mayor intensidad”.
Aunque el objetivo de caminar 10.000 pasos sigue siendo motivador para muchos, investigaciones recientes señalan que, para maximizar los beneficios, tan solo aumentar la intensidad durante periodos cortos puede tener un impacto significativo.
Según el Dr. Elroy Aguiar, “uno de los hallazgos más interesantes de nuestro estudio fue que, si se observa el minuto de actividad más alto de las personas cada día, este fue un indicador claro de si presentaban uno o más factores de riesgo del síndrome metabólico”. Esto significa que incluso un minuto de caminata intensa puede marcar la diferencia.
En lugar de exigir entrenamientos complejos o programas extenuantes como clases de HIIT (entrenamiento interválico de alta intensidad), el Dr. Aguiar sugirió que simplemente “acumular un alto volumen de caminata a lo largo del día y luego concentrarse en hacer al menos 30 minutos de caminata más rápida o trote”, podría ser suficiente para reducir factores de riesgo clave y mejorar las métricas de salud en general.
Marc Gauthier, de 62 años, ha vuelto a caminar tras un diagnóstico de Parkinson hace ya tres décadas. Los investigadores también analizaron cómo estas ráfagas de ejercicio más intenso inciden en el síndrome metabólico, una condición que engloba diversos riesgos de salud como niveles elevados de triglicéridos, HDL bajo (colesterol “bueno”), y adiposidad visceral (grasa alrededor de los órganos abdominales vitales).
De acuerdo con el Dr. Aguiar, el ejercicio físico contribuye a reducir esta grasa peligrosa, que puede alterar el correcto funcionamiento metabólico. “Al acumular un mayor volumen e intensidad de actividad, puedes reducir tu peso y grasa abdominal”, explicó.
“El simple hecho de salir a caminar a un ritmo más rápido reducirá la presión arterial hasta aproximadamente 24 horas después del ejercicio”, añadió. Más aún, si se mantiene una rutina de caminatas rápidas, trotes ligeros o intervalos similares consistentemente a lo largo del tiempo.
A pesar de que algunos puedan asociar mejorar la intensidad en el ejercicio con actividades complejas o desafíos físicos altos, los expertos aseguran que estos ajustes son sencillos y adaptables para cualquier persona, sin importar su nivel de condición física.
Hacer una pausa durante las actividades diarias y caminar con mayor cadencia, por ejemplo, podría ser suficiente para notar mejoras en la salud. Además, ajustar tanto la frecuencia como la dieta constantemente sigue siendo clave para alcanzar resultados óptimos.
Como comentó el Dr. Aguiar: “Especialmente para las personas con sobrepeso y obesidad, que pueden padecer síndrome metabólico, el ejercicio y las estrategias conductuales pueden minimizar y revertir los factores de riesgo cuando se encuentran en sus primeras etapas”.