
La Guardia Civil ha desmantelado un entramado de venta ilícita de productos derivados de la marihuana en la ciudad de Cádiz, tras una investigación que culminó con el cierre de dos establecimientos y la detención de dos personas.
Los responsables, un hombre y una mujer, hermanos originarios de Chiclana, gestionaban tres tiendas conocidas como CBD Shop, donde se comercializaban productos como gominolas, chocolates, brownies, aceites, vinos y hasta cigarrillos de marihuana, sin ningún tipo de control ni regulación.
La operación, denominada Sumiflor, también permitió la incautación de cientos de productos y 65 kilogramos de cogollos de marihuana listos para su distribución. Los establecimientos operaban de manera presencial y a través de máquinas expendedoras, lo que facilitaba el acceso a estos productos incluso a menores de edad.
Además, los responsables habían desarrollado una aplicación móvil para ampliar su alcance comercial. Las tiendas, ubicadas en zonas sensibles, como cerca de una guardería o un hospital, generaban ingresos que alcanzaban hasta un millón de euros anuales, han estimado de las autoridades.
Una reserva llena de productos
Durante las inspecciones realizadas por la Guardia Civil, se encontraron más de 80 tipos de productos derivados de la marihuana, incluidos envases de cogollos y tabletas de resina de hachís. En uno de los locales, los agentes hallaron una tableta de hachís parcialmente cortada junto a un cuchillo de cocina, lo que evidenciaba la venta de la droga en el mismo local.
La operación también permitió interceptar 11 envíos de paquetería con cantidades significativas de cogollos, destinadas a diferentes puntos de la península.
Los responsables intentaron justificar la procedencia de los productos con facturas de empresas extranjeras del sector del cáñamo. Sin embargo, las autoridades detectaron una falta de etiquetado y trazabilidad en los artículos incautados, lo que incumplía las normativas exigidas para su comercialización.
Este hallazgo complicó aún más el caso, ya que además del delito contra la salud pública, se identificaron múltiples infracciones administrativas relacionadas con normativas de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), entre otras.
Un negocio sin control y al margen de la ley
La operación Sumiflor comenzó en el verano del año pasado, cuando la Unidad de Análisis e Investigación Fiscal y Fronteras (UDAIFF) de Cádiz detectó irregularidades en los establecimientos. Tras meses de investigación, las autoridades lograron identificar las actividades ilegales y proceder al cierre de dos de los tres locales. El tercero permanece bajo investigación, a la espera de una resolución judicial.
Entre los productos incautados se encontraban galletas, bebidas energéticas, aceites y vinos, todos ellos elaborados con derivados de la marihuana. Según la Convención Única de Naciones Unidas sobre Estupefacientes, los cogollos de marihuana, independientemente de su porcentaje de THC, están clasificados como sustancias controladas, lo que prohíbe su comercialización sin las autorizaciones correspondientes.
Además, las autoridades detectaron que muchos de los productos procesados a partir de hojas y tallos de cannabis infringían normativas de seguridad alimentaria, cosmética y sanitaria.
A pesar de todo, la operación continúa en curso, y las autoridades no descartan nuevas actuaciones en relación con este caso. Según informaron fuentes de la Guardia Civil, la magnitud del negocio y las irregularidades detectadas podrían derivar en más detenciones y sanciones.