
Paola Olmedo llevaba un tiempo batallando con su problema mandibular, una dolencia que le afectaba a la audición, al aparato digestivo y a su día a día, según cuenta en exclusiva Lecturas en la edición de este miércoles, 19 de marzo. Debido a ello, la expareja del hijo de Carmen Borrego, José María Almoguera, tomó la decisión de ponerse en manos de los profesionales con la idea de reconstruir su rostro casi por completo y poner fin a su sufrimiento.
La operación mandibular a la que se sometió la esteticista era una muy delicada, debido a la cantidad de terminaciones nerviosas que tiene la zona facial. Tanto es así que la propia Paola reconoce que aún tiene falta de sensibilidad en algunas partes concretas de la cara. “Me operaron tres cirujanos durante seis horas y media, hace un mes y una semana”, confiesa en una entrevista para la revista del corazón.
“El día antes estaba demasiado tensa, no dormí bien. Me han roto todo”, afirma la entrevistada, quien agrega que se trata de una intervención de alto riesgo, puesto que “por lo mínimo, podía tener un problema de parálisis”. "Mi madre no me reconoció“, revela la entrevistada, sobre las reacciones que tuvieron sus seres queridos. En este punto de la historia, cabe recordar que Paola es madre de tres niños, dos de una relación anterior y el pequeño con el nieto de María Teresa Campos. De acuerdo con sus declaraciones, la reacción más complicada fue la del mediano, pues el cambio es tan impresionante que le costó asumirlo.

Sin marcha atrás y con varias secuelas
Y es que la transformación de Paola Olmedo ha sido impactante. Tanto es así que a ella misma le resulta difícil reconocerse cuando se ve. ”En fotos no me reconozco, es más raro todavía. Han tenido que retocarme todo", admite. “El cirujano me comenta que la nariz quedaba rara y me la han tenido que tocar también. Lo de la nariz no me lo esperaba. No me esperaba tanto cambio, es muy brusco. No hay marcha atrás”.
La que fuera pareja del concursante de Gran Hermano también hace hincapié en el hecho de que lleva unas placas de titanio en su mejilla que “podía haber rechazado”, así como unos tornillos. Además, recalca el hecho de que su operación no fue por nada estético, sino por problemas de salud. “La operación fue en la Seguridad Social porque es algo médico. Mucho antes de los problemas digestivos tenía problemas de audición, me afectaba a la garganta y al oído. Según pasan los años empeora y dejas de oír. O te operas o te quedas sorda“, sostiene en la publicación.

Paola Olmedo aún se encuentra recuperándose de esta delicada operación que le ha dejado secuelas en su cuerpo. Y es que la exnuera de Carmen Borrego detalla a la revista del corazón que ha pasado un postoperatorio muy duro, con mucho dolor y sin poder comer. Sin embargo, aún tiene partes paralizadas de su rostro. “He perdido dos kilos”, asegura, dejando entrever que no está siendo nada fácil volver a retomar su día a día, pero pone todo de su parte para superar este complicado capítulo en su vida. Y es que Paola ha pasado semanas sin poder ingerir alimentos, tan solo comía papillas y líquidos, pues no podría mover la boca.