
Una de las principales preocupaciones de los padres a la hora de que sus hijos afronten la etapa escolar es la caligrafía. De hecho, si eres una persona que tiene una mala letra, lo más probable es que te hayan regañado en muchas ocasiones por ello.
Pero, aunque hay trucos para poder mejorarla, en algunos casos resulta realmente complicado. Si eres padre o madre y tienes este problema con tu hijo, es importante que sepas que es lo que dicen los expertos sobre este tema.
En la era de la tecnología, este apartado está perdiendo importancia debido a que los alumnos usan más ordenadores, tabletas y dispositivos con los cuales pueden escribir más rápido. Sin embargo, sigue siendo una fase fundamental en el aprendizaje y el correcto desarrollo cognitivo en una edad temprana.
Que dice sobre esto la psicología
La psicología afirma que la caligrafía define a la persona, pues determina rasgos de la personalidad. No es lo mismo tener una letra grande que una pequeña, que sea más curva o más recta, desordenada u organizada, y así con decenas de rasgos.
Varios estudios, como el publicado el año 2018 en The American Journal of Psychology, apuntan a que la velocidad de pensamiento tiene mucho que ver. Cuánto más rápido proceses la información, el proceso mental es más rápido, produciéndose una descoordinación entre la mano y el cerebro.
Por lo que, aquellos que escriben de manera imprecisa, no lo hacen por elección, sino porque su mente avanza más rápido que su mano. Esta conclusión se dio después de estudiar la caligrafía de cientos de niños con diferentes coeficientes intelectuales. Los más ágiles mentalmente escribían peor, preocupándose más por el contenido que por la estética.
Pero esto no es un indicativo de que todas las personas que escriben mal son más listas. Otro de los datos a tener en cuenta es que, las personas inteligentes no cometen prácticamente faltas de ortografía. Por lo que, no en todos los casos, una mala letra se debe asociar a una mente privilegiada.
Los beneficios de escribir a mano
En la actualidad, escribir a mano es una costumbre que se está perdiendo, sin embargo, es algo más que necesario.

Coger un bolígrafo y escribir en un papel tiene numerosos efectos positivos para nuestra salud. Estimular la creatividad es uno de ellos. Además, si eres estudiante, escribir a mano te puede ayudar a retener mejor la información pues, a la hora de redactar, se requiere una mayor concentración.
En rasgos generales, pone a prueba al cerebro, siendo una especie de ejercicio que refuerza sus capacidades motoras, visuales, lógicas y cognitivas. Por esta razón, muchos especialistas han recomendado a los centros educativos restringir el uso de las tecnologías para que los alumnos escriban a mano durante más tiempo.