El lenguaje no verbal, lo que hacemos con la cara, las manos o la posición en la que nos paramos, le brinda un importante contexto a las palabras que emitimos, y hasta pueden delatar si estamos mintiendo.
El lenguaje gestual es una de las cosas que más estudian los psicólogos, ya que ayudan a comprender el mensaje que emite un individuo en su totalidad, sin limitar los vocablos que elige.
En este contexto, el gesto de cruzar los brazos mientras estamos hablando con alguien es una de las acciones que realizamos con más frecuencia de la que pensamos, y tiene una importancia capital en el ámbito de la comunicación no verbal.
Se trata de una acción que a veces se hace a propósito y otras sin querer; y en función de ello, puede variar su significado.
Cruzar los brazos en una conversación: significados
Entre las diferentes interpretaciones que nos da la psicología sobre el gesto de cruzar los brazos podemos destacar: una actitud defensiva, nervios o inseguridad, concentración y comodidad postural.
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que por un solo gesto no podemos deducir la situación real, es decir, que debemos tener en cuenta si el cruce de brazos va acompañado de otros gestos, así como el contexto donde está sucediendo.
Cruzar los brazos a veces puede deberse a que la persona se encuentra en una postura cómoda, sin ninguna intención específica. Lo hacen por costumbre, al estar en un ambiente relajado o familiar. Es decir, este gesto denota una situación de comodidad.
Pero el significado puede variar dependiendo del contexto cultural y del estado emocional de la persona. En ciertos momentos, cruzar los brazos puede ser un intento de concentrarse o reflexionar internamente, una señal de que está procesando lo que escucha antes de responder.
Pero además, también se cruzan los brazos en situaciones estresantes y donde los niveles de tensión son altos. Cuando una persona está nerviosa, es posible que no sepa qué hacer con sus manos o con sus brazos, en especial si no hay un espacio enfrente donde colocarlos.
Efectos positivos
Como hemos mencionado anteriormente, el contexto de la conversación es crucial, ya que la relación entre los interlocutores definirá el tono y otros gestos o señales no verbales que deben ser tomados en cuenta para interpretar correctamente el mensaje.
Cruzar los brazos también puede significar hacer un esfuerzo para concentrarse en situaciones en las que se necesita una gran participación cognitiva, teniendo, por tanto, un efecto positivo en el rendimiento y en la persistencia.
Cuando una persona cruza los brazos, puede estar indicando que está enfocada en lo que escucha y está procesando la información de manera más profunda, aunque también pude significar ausencia, es decir, cuando la persona se enfoca en sus propios pensamientos y no tanto en la charla.
Muchas veces también refleja que una persona adopta una postura de autocomodidad o autocontrol como una forma de sentirse seguro o centrado en momentos de estrés o cuando se encuentran en un ambiente nuevo. En este caso, se trata de una manera que ayuda a calmarse y a sentirse más equilibrado emocionalmente.