
El presidente estadounidense Donald Trump y su homólogo Vladimir Putin continúan con las negociaciones de paz sobre Ucrania, sin Ucrania, y ambos líderes han afirmado que ya “hay cierto entendimiento”. La UE teme que el presidente republicano esté cediendo ante las demandas del Kremlin con tal de acabar la guerra como sea, lo que podría ser un incentivo para Moscú para reactivar el conflicto en un futuro. No obstante, mientras la guerra siga, los europeos mantienen que seguirán apoyando a Ucrania “con lo que haga falta”, aunque cada vez sea más difícil.
En pleno debate sobre el rearme europeo, la Alta Representante de la UE en el Exterior, Kaja Kallas, planteó movilizar de 20.000 a 40.000 millones de euros para la creación de un Fondo solidario de urgencia para ayudar a Ucrania, cuyo dinero sería aportado mayoritariamente por los Estados miembros. El nuevo mecanismo tiene un doble objetivo: el primero de ellos es fortalecer a Zelenski para que pueda rechazar acuerdos de paz si estos son injustos para Kiev; el segundo, seguir blindando militarmente a Ucrania incluso llegada la paz, en vista de que las ambiciones expansionistas del país vecino continúan intactas.
Kallas plantea desengancharse definitivamente de Washington si Trump decide retirarse del continente y por eso la cifra de 40.000 millones de euros no es casualidad, ya que equivale al valor de la ayuda militar proporcionada el año pasado por estadounidenses y europeos, que fue de 20.000 millones de euros cada uno, aproximadamente.
Dentro del plan, se contempla proporcionar dos millones de cartuchos de munición de artillería de gran calibre en 2025, de conformidad con el mecanismo establecido anteriormente. También se habla de sistemas de defensa aérea, drones, cazas, misiles y garantías de seguridad para el territorio. “Hay un gran respaldo político a una iniciativa de defensa de 40.000 millones de euros, pero, por supuesto, ahora el debate gira en torno a los detalles”, aseguró la dirigente estonia.
¿A qué se refiere Kallas con ‘los detalles’? Todo se resume en el método de cálculo de dichas aportaciones. Kallas planteó en un primer borrador que el dinero fuese aportado en función de la Renta Nacional bruta de cada país, principio según el cual las grandes economías pagan más. Con esto, la primera economía de la UE, Alemania, que sí apoya la iniciativa de la estonia, contribuiría al 23% del Fondo. España, que es la cuarta, por detrás de Francia e Italia, aportaría cerca del 8,3%. Tanto Madrid como Roma y París ven todavía pronto apoyar la iniciativa y piden una explicación más detallada. En otras palabras, los ministros prefieren echar la bola a los líderes europeos, que debatirán esta cuestión en el Consejo Europeo este jueves.
Albares: “No hay ningún reparto”
En unas declaraciones en Bruselas previa a la reunión de los ministros de Asuntos Exteriores de la UE este lunes, el jefe de la diplomacia española, José Manuel Albares, afirmó que España “da ejemplo” en la asistencia militar a Ucrania “y no necesitó una propuesta de la Alta Representante de la UE para Política Exterior, Kaja Kallas, para anunciar su ayuda para 2025″.
El titular español defendió así las aportaciones de España al Ejército ucraniano ante la invasión rusa, haciendo hincapié en el anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de un nuevo paquete de ayuda militar para este año por valor de 1.000 millones de euros, igualando la partida que aportó en 2024. Pero preguntado por si España apoyaría el ‘plan Kallas’, Albares prefirió esquivar la pregunta y subrayó que “no hay ningún reparto en estos momentos”: “Lo que yo espero es que todos hagan aportaciones nacionales como lo ha hecho España”.
Infobae España ha vuelto a preguntar este martes sobre dicha cuestión al Ministerio de Asuntos Exteriores, pero las fuentes consultadas se remiten a las palabras del ministro socialista, lo que indica que nada ha cambiado. No obstante, en unas declaraciones para la cadena Onda Cero, Albares reivindicó la necesidad de “una financiación predecible” para seguir ayudando a Ucrania mientras se llevan a cabo las negociaciones de paz.
Italia, aunque por cuestiones internas, también pide tiempo y prefiere esperarse “a ver los detalles”: “Todavía hay muchas preguntas de muchos países", declaró el ministro de asuntos exteriores italiano Antonio Tajani al margen del Consejo. “Esta propuesta requiere una explicación detallada, un análisis exhaustivo y profundo”, añadió.
“Coalición de los voluntarios” para esquivar a Orbán
Kallas ha aprendido las lecciones del pasado y es consciente de que la Unión Europea ha llegado al límite de su capacidad para seguir financiando la ayuda a Ucrania. Su talón de Aquiles tiene nombre y apellidos: Viktor Orbán, y los Veintisiete yan ha visto como los últimos desembolsos planeados han quedado bloqueados por los vetos de Hungría. Hay que recordar que Budapest mantiene aún su veto sobre 6.600 millones de euros en fondos del Fondo Europeo para la Paz, un mecanismo para reembolsar a los países parte de la ayuda militar que envían a Kiev.
Por eso una de las soluciones que se manejan es recurrir a las “coaliciones de voluntarios”, de manera que Bruselas se ahorraría el tener que sortear el chantaje de Budapest. Como es una aportación voluntaria, ningún país está obligado a vincularse al acuerdo, por lo que no sería necesario aprobar los desembolsos de dinero por unanimidad en la votación. Pero precisamente esa es una de las dudas que ha manifestado París, que teme una falta de compromiso y de base jurídica que lo respalde. La fecha límite para que las capitales indiquen cómo se aportará la ayuda es el 30 de abril.
Mientras tanto, los ojos están puestos también en la forma que tome la otra coalición de “voluntarios” sobre Ucrania, la impulsada por el presidente francés, Emmanuel Macron, y el premier británico, Keir Starmer, que ya contempla a más de 30 países de la UE y de fuera de la UE. El devenir en las conversaciones entre Washington y Moscú marcará el éxito de un plan o de otro, que al fin y al cabo sirven al mismo propósito.