Cuáles son las principales causas de un aborto natural

La principal causa de un aborto espontáneo son las anomalías cromosómicas, pero algunos trastornos hormonales o el consumo de alcohol o tabaco también pueden aumentar el riesgo

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Entre el 10 y el
Entre el 10 y el 20% de los embarazos se interrumpen involuntariamente (Shutterstock)

Un aborto espontáneo o natural es la pérdida involuntaria del feto antes de la semana 20 de gestación. Esta experiencia puede ser muy difícil emocionalmente y afecta aproximadamente al 10 y el 20% de los embarazos, según MedlinePlus.

Aunque puede ocurrir por diversas razones, la mayoría de los casos están relacionados con anomalías en el desarrollo fetal. Comprender las causas del aborto espontáneo es fundamental para quienes buscan respuestas y para prevenir, en la medida de lo posible, futuras pérdidas.

Anomalías cromosómicas

La causa más frecuente de aborto espontáneo son las anomalías cromosómicas. Los cromosomas contienen el material genético necesario para el desarrollo del feto, por lo que un número incorrecto de cromosomas (ya sea una duplicación, falta o error en su estructura) puede hacer que el embrión no se desarrolle adecuadamente.

Estas anomalías suelen ser producto de errores aleatorios durante la división celular en el momento de la fecundación. No suelen estar relacionadas con factores hereditarios del padre o la madre, sino que ocurren por casualidad. Algunos trastornos como la trisomía (por ejemplo, el síndrome de Down) o la monosomía (ausencia de un cromosoma) son algunas de las causas más comunes de pérdida temprana del embarazo.

Consumo de drogas, alcohol y tabaco

El consumo de sustancias como drogas ilegales, alcohol y tabaco puede aumentar significativamente el riesgo de aborto espontáneo. Estas sustancias pueden interferir en el desarrollo normal del embrión y la placenta.

El consumo excesivo de alcohol durante el embarazo puede afectar el desarrollo fetal y aumentar el riesgo de aborto, mientras que fumar disminuye el flujo sanguíneo hacia el útero y puede causar insuficiencia placentaria, lo que afecta el desarrollo fetal. Incluso la exposición al humo de segunda mano puede aumentar el riesgo.

Algunas drogas como la cocaína o los opioides pueden provocar malformaciones, restricción del crecimiento intrauterino y pérdida del embarazo.

Trastornos de coagulación de la sangre

Algunas mujeres tienen trastornos de coagulación, como el síndrome antifosfolípido, que provocan la formación de coágulos sanguíneos anormales. Estos coágulos pueden bloquear el suministro de sangre al feto, impidiendo su desarrollo adecuado y causando un aborto espontáneo.

Exposición a toxinas ambientales

La exposición a ciertos productos químicos y toxinas ambientales puede afectar el embarazo. Trabajar o vivir en entornos con sustancias como pesticidas, metales pesados (mercurio o plomo) o disolventes industriales aumenta el riesgo de aborto.

Por esta razón, es importante que las mujeres embarazadas o en búsqueda de embarazo limiten su exposición a productos tóxicos y adopten medidas de precaución en el entorno laboral o doméstico.

Problemas hormonales

El equilibrio hormonal es fundamental para el mantenimiento del embarazo. Algunas condiciones hormonales pueden interferir con la implantación del embrión o el desarrollo adecuado de la placenta.

La progesterona es una hormona esencial para mantener el revestimiento del útero y permitir el desarrollo del embarazo. Un nivel bajo de progesterona puede provocar abortos recurrentes. Por otra parte, el síndrome de ovario poliquístico (SOP) puede causar irregularidades menstruales, problemas de ovulación y aumentar el riesgo de aborto espontáneo.

Infecciones

Algunas infecciones pueden causar la pérdida del embarazo, especialmente si afectan el útero o el torrente sanguíneo. Según MedlinePlus, pueden ser tanto infecciones bacterianas (como listeriosis o infecciones urinarias no tratadas), virales (como la varicela o la rubeola) o enfermedades de transmisión sexual (ETS) como la clamidia, la sífilis o la gonorrea.

Obesidad

La obesidad es un factor de riesgo significativo para el aborto espontáneo. Las mujeres con un índice de masa corporal (IMC) elevado tienen mayores probabilidades de experimentar alteraciones hormonales, resistencia a la insulina y problemas en la implantación del embrión.

Además, la obesidad aumenta el riesgo de condiciones médicas como la diabetes o la hipertensión, que también pueden contribuir a la pérdida del embarazo.

Episodio: Tipos de obesidad.

Problemas en los órganos reproductores

De acuerdo con MedlinePlus, las anomalías estructurales en el útero o el cuello uterino pueden dificultar la implantación y el desarrollo del feto. Estos problemas incluyen malformaciones uterinas, como el útero septado o bicorne; incompetencia cervical en la que el cuello uterino débil puede abrirse prematuramente, provocando la pérdida del embarazo en el segundo trimestre; o pólipos o miomas, que son masas benignas en el útero pueden interferir en el crecimiento del embrión.

Enfermedades sistémicas graves

Algunas enfermedades que afectan a todo el cuerpo pueden interferir en el desarrollo fetal y provocar abortos. Es el caso de la diabetes no controlada, en la que los niveles elevados de azúcar en sangre pueden causar malformaciones fetales y pérdida del embarazo.

La hipertensión puede reducir el flujo sanguíneo hacia el útero, afectando la viabilidad del embarazo. Otras enfermedades renales o tiroideas también pueden alterar el equilibrio hormonal necesario para mantener el embarazo.