Compró un BMW, pero le salió defectuoso: la lucha de un conductor contra el gigante automovilístico para que le reconozcan la garantía del coche

El conductor persigue legalmente a la empresa automovilística para que le prolonguen la garantía de su coche defectuoso

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Philippe, junto a su BMW
Philippe, junto a su BMW X1 defectuoso. (DDM)

Hace ya más de dos años desde que Philippe, un conductor francés, mantiene una pugna legal con la empresa automovilística BMW. El hombre compró un coche nuevo del modelo BMW X1 por 48.000 euros, en un concesionario de la empresa alemana en Toulouse. Cuando el coche llevaba apenas 2.000 kilómetros recorridos, empezó a dar problemas que, incluso, ponían en riesgo la seguridad y la integridad del conductor. Las pérdidas de energía del motor, según relata Philippe, causaban que el coche redujese repentinamente su velocidad desde los 130 km/h hasta prácticamente los 60 km/h: “¡tenía miedo de mi vida!“, cuenta el francés.

Desde entonces, todas las reclamaciones que Philippe realizaba eran respondidas con soluciones bastante indignas por parte de la empresa BMW, lo que llevó al conductor, finalmente, a denunciar a la automovilística. La primera opción que barajó BMW fue ofrecerle a Philippe un recambio del motor defectuoso por uno de modelo estándar, y de segunda mano. Teniendo en cuenta que el coche venía en un estado deficiente de fábrica y que, tras todas las reparaciones y comprobaciones, esta alternativa le hacía perder mucho dinero, Philippe decidió acudir al tribunal para que se llevase a cabo un procedimiento judicial.

La situación ha dado un giro en estos últimos meses, y es que Philippe no había recibido ninguna respuesta desde que presentó este recurso. Sin embargo, el pasado 20 de febrero el tribunal decidió desestimar este procedimiento y, a pesar de que el conductor no se rinde y ha presentado otro recurso para poder evidenciar las pruebas pertinentes, actualmente Philippe sigue sin coche y, además, BMW ya le suspendió el contrato de préstamo de su vehículo de cortesía.

FOTO DE ARCHIVO: Una fábrica
FOTO DE ARCHIVO: Una fábrica de BMW en Greer, Estados Unidos. (REUTERS/Charles Mostoller)

BMW ofreció soluciones absurdas, pero legales

El BMW X1 que compró Philippe, y que le costó 48.000 euros, comenzó a dar fallos poco después de que el francés lo adquiriera. Sin embargo, sin un diagnóstico completo de la avería, el coche estuvo inmovilizado una docena de veces y el problema persistía: “Cambiaron las bujías, la bobina, los inyectores de baja y alta presión, la bomba de combustible y la bomba de inyección a su vez“, explica Philippe, que veía como tenía que llevar su coche al taller cada dos por tres y que, aún así, la avería no desaparecía y continuaba poniendo en peligro su vida al volante.

“Me explicaron que se trataba de un pestillo de la válvula de escape que se había movido y que, por tanto, funcionaba con dos cilindros”, dice Phillipe que el taller le contestó, tras varias reparaciones. El pasado mes de diciembre, se tomó la decisión de reemplazar el motor, aunque BMW ofreció al francés un recambio por un motor estándar de segunda mano, de acuerdo a la legislación de economía circular: “Si tiene que haber un cambio de motor, que sea uno nuevo”, se quejaba Philippe. Su única opción, entonces, era acogerse a una oferta pública de adquisición de 33.000 euros, cuando el nuevo modelo de su X1 cuesta 53.000€. Esto suponía perder dinero, y fue entonces cuando el conductor decidió ponerse en manos de abogados.

Motor de un coche BMW
Motor de un coche BMW

La batalla legal contra BMW

Philippe explica que, tras presentar la solicitud al tribunal, este la rechazó por una cuestión de “mala suerte”. Según cuenta, el juez no tenía las pruebas suficientes de que el coche se encontrase con un fallo de fábrica: “El diagnóstico, relativo al motor fuera de servicio y a su sustitución por un motor reacondicionado, no nos llegó hasta el día siguiente de la audiencia y, por tanto, demasiado tarde para que el juez fuera informado de estos elementos determinantes”.

Es por esta razón por la que, tras el comunicado del tribunal del 20 de febrero, Philippe ha decidido continuar insistiendo, y ha presentado un nuevo recurso para, finalmente, obtener “un peritaje jurídico obligatorio y aportar pruebas de los fallos de funcionamiento”. El hombre reclama que se le prorrogue el contrato de garantía dos años más, hasta que se solucione el problema. Mientras tanto, el conductor de Toulouse continúa sin vehículo y su infortuna inversión de 48.000 euros en un coche que resultó defectuoso continúa aún sin resolverse.