En 2024, entre la Policía Nacional y la Guardia Civil se detuvieron a 5.911 personas - supuestamente - vinculadas con el narcotráfico en las seis provincias en las que se despliega el Plan Especial de Seguridad para el Campo de Gibraltar (Cádiz, Málaga, Sevilla, Huelva, Granada y Almería). Las detenciones se produjeron en 12.062 operaciones policiales dirigidas contra organizaciones dedicadas al narcotráfico y el contrabando; y supuso también la incautación de 264.572 kilogramos de droga. De todos ellos, 150.802 fueron de hachís, 44.206 de cocaína, y 69.564 de marihuana y otras sustancias.
España es - de la Unión Europea - de los países en los que más droga se consume. Sobre todo cannabis - marihuana - pero la coca es la segunda. Según el delegado del Gobierno español para el Plan Nacional sobre Drogas, Joan Ramón Villalbí, “toda Europa está viviendo una inundación” de cocaína, lo que podría suponer un riesgo para España, ya que es, además, la puerta de la droga a la UE. La entrada de cocaína no es peligrosa solo por sí misma, sino porque también es a partir de esta sustancia que se desarrollan otras significativamente más adictivas y destructivas, como el crack (que se elabora con cocaína en polvo, bicarbonato, amoniaco y agua) o la pasta base.
El arresto se produjo tras una persecución en coche a toda velocidad
Este martes, 18 de marzo, la Policía Nacional ha incautado en Melilla más de 13 kilos de coca en una operación que supone “un hito sin precedentes en la lucha contra el narcotráfico”, el resultado de meses de investigación por parte de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Nacional de Melilla. Según han informado, la operación - denominada Normandia - ha terminado con cuatro detenidos, dos de los cuales han ingresado en prisión; y con la desarticulación de la organización, que “se amparaba en la presunta licitud de esta empresa para introducir la sustancia con total impunidad” al ocultar la cocaína entre la mercancía - legal - transportada regularmente, “dificultando su detección por las autoridades”.
Según ha informado un portavoz de la Jefatura Superior, no fue un arresto fácil: al percatarse de la presencia de la policía, el receptor de la sustancia puso su vehículo en marcha y emprendió su huida a toda velocidad, circulando por las calles de Melilla, golpeando su coche contra varios vehículos policiales, y alargando lo inevitable hasta que no pudo evitarlo más: colisionó violentamente contra el muro del antiguo cuartel de Regulares de la ciudad.
Finalmente, fueron detenidos tanto el transportista, un español de 55 años; como el (que habría sido) receptor, otro nacional español, de 49 años, ambos sin antecedentes. Se enfrentan ahora a cargos por un delito agravado contra la salud pública, entre otros delitos relacionados.
Según las mismas fuentes, los análisis realizados sobre la cocaína incautada revelaron un grado de pureza de alrededor de un 90%, lo que habría permitido, al cortar y adulterarla, “multiplicar su volumen de distribución”. Las estimaciones indican que la droga intervenida podría haber generado cerca de 140.000 dosis, con un valor superior a los tres millones de euros.
El portavoz ha subrayado también, según Europa Press, que “en tan solo siete días la UDYCO Melilla ha realizado dos incautaciones importantes de cocaína de gran pureza: una de cinco kilos el pasado día 4 y otra de más de ocho kilos el pasado día 11, sumando cuatro detenciones e ingreso en prisión, un hito sin precedentes en la lucha contra el narcotráfico en nuestra ciudad”. Esta cantidad de estupefaciente, señala, “representa un golpe significativo a las redes de narcotráfico locales”, ya que “esta acción debilita su infraestructura operativa y priva a estas organizaciones de una importante fuente de ingresos, contribuyendo a la seguridad y salud pública de los ciudadanos melillenses”:
