Las operaciones para retirar prótesis de mama se duplican en España en los últimos años: “Siento que he vuelto a nacer”

Según datos de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica y Estética, en 2023 las extracciones de implantes mamarios llegaron a las 7.145, casi el doble que en 2016. ‘Infobae España’ habla con una mujer a la que los implantes le generaron numerosos problemas de salud

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Foto: FDA/EUROPA PRESS
Foto: FDA/EUROPA PRESS

Ámbar Hernández “siente que ha vuelto a nacer” desde que hace dos años se sometió a una operación para que le retirasen las prótesis de mama que se había implantado años atrás. Fue hace dos décadas cuando, por primera vez y tras una pérdida de peso significativa, la joven venezolana decidió hacerse un aumento de mama por motivos estéticos y durante años no tuvo ningún problema. Sin embargo, con el paso del tiempo y varios cambios de prótesis, empezó a desarrollar el llamado síndrome de Asia, una reacción autoinmune o inflamatoria del cuerpo ante el contacto con una sustancia extraña y que se manifiesta con una amplia variedad de síntomas como fatiga, dolor articular, fiebre o debilidad, por lo que decidió retirarse los implantes.

Aunque los implantes actuales cuentan con tecnología avanzada, no son permanentes y los especialistas recomiendan sustituirlos entre los 10 y 15 años, si bien lo ideal es hacerlo a la década de su colocación. En el caso de Ámbar, nunca superó ese tiempo, ya que en 20 años se cambió las prótesis mamarias en cuatro ocasiones y fueron las últimas, comercializadas por la farmacéutica irlandesa Allergan, las que le generaron los problemas. De hecho, los implantes texturizados fabricados por esa firma, los mismos que Ámbar llevaba, tuvieron que ser retirados del mercado a nivel mundial en 2019 debido a su vinculación con un tipo de cáncer poco común llamado “linfoma anaplásico de células grandes”.

“Quitarme las prótesis es una decisión que me cambió la vida por completo, porque pasé de ser una señora de 80 años a tener de nuevo mi edad, 39, y sentirme bien. Durante años padecí insomnio, debilidad, dolor articular, ansiedad, vértigos y una inflamación generalizada del cuerpo predominante en las piernas y en la cara, entre otros síntomas, lo cual tuvo un gran impacto en mi vida“, relata esta mujer a Infobae España, que tras las cuatro intervenciones de los implantes ha pasado una vez más por quirófano para retirarse los implantes y otras dos para reconstruirse el pecho.

Son precisamente las patologías del implante enfermo, que aparecen a consecuencia del envejecimiento y el desgaste de las prótesis, por las que en los últimos ocho años se ha duplicado la cirugía de retirada de implantes en España. Según datos de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica y Estética (ISAPS), en 2016 se realizaron un total de 3.647 extracciones de implantes mamarios, una cifra que en 2023 casi se duplicó, con un total de 7.145 extracciones, informó la agencia Efe el pasado miércoles tras la celebración del congreso Barcelona Breast Meeting 2025, que reunió a numerosos especialistas de todo el mundo para compartir los últimos avances en técnicas quirúrgicas y reconstrucción mamaria.

Médicos operan a una mujer
Médicos operan a una mujer para colocarle implantes de mama. (Reuters)

Ese aumento de explantaciones, explica el director del Servicio Mancomunado de Cirugía Plástica del Hospital de Sant Pau de Barcelona, Jaume Masià, se debe a la gran cantidad de pacientes con esos implantes que hubo hace unos años. De hecho, los implantes siguen siendo la cirugía estética más demandada en España, junto con la liposucción, y esas más de 7.000 extracciones de implantes en 2023 supusieron el 8% de todos los procedimientos de cirugía estética y cosmética en mama en el país.

Relleno con implantación de grasa

En prácticamente todos los casos, explica Masià a este periódico, las retiradas de los implantes se dan “porque toca cambiarlos o porque han pasado unos años y las prioridades de la gente cambian”, de forma que algunas mujeres optan por “arreglar la mama con un aumento más moderado con otras técnicas como la implantación de grasa" y así no tener que depender de prótesis en el futuro.

“La mayoría de pacientes que deciden quitarse el implante mamario se realizan otro procedimiento de mejora estética, porque el pecho ya está más caído, y suele ser el injerto graso o lipofilling”, que consiste en extraer la grasa sobrante de algunas zonas del cuerpo, indica Masià, que es el doctor que retiró a Ámbar sus prótesis y después utilizó grasa de la propia paciente para remodelar su pecho. El doctor también explica que el síndrome de Asia o del implante enfermo “es poco frecuente” y que aún queda mucho por investigar en ese campo: “No hay que generar alarma”, añade el experto, al tiempo que recuerda que la tendencia actual es utilizar prótesis más pequeñas, ergonómicas y adaptativas.

Masià destaca que ahora los implantes más utilizados son los de gel cohesivo de silicona y, por tanto, aunque se rompiera la cápsula, “la posibilidad de que migre a otras partes del cuerpo es mucho menor” que con las prótesis utilizadas en el pasado.

Los médicos advierten de los riesgos del intrusismo en la cirugía estética, ya que en el último año ha habido un aumento de denuncias por negligencias médicas

Modificar la ley para evitar el intrusismo

Por todo ello, los profesionales del sector aconsejan a los pacientes estar bien informados sobre quién les interviene, pues, hasta el momento, en España la ley permite a cualquier médico licenciado en Medicina y Cirugía llevar a cabo este tipo de operaciones de mejora estética sin la necesidad de contar con formación especializada en la materia.

El Ministerio de Sanidad quiere terminar con el intrusismo en el sector para evitar casos como el de Sara Gómez, una mujer de 39 años que murió en 2021 tras someterse a una lipoescultura realizada por un cirujano no especializado, pero el pasado mes de noviembre la Audiencia Nacional suspendió cautelarmente la orden que modificaba la normativa para limitar a los médicos con una especialidad en cirugía plástica la posibilidad de practicar estas operaciones.

Mientras el proceso contencioso-administrativo sigue su curso tras la suspensión cautelar, a finales de noviembre el departamento que dirige Mónica García optó por iniciar una consulta pública para modificar la normativa sobre cirugía estética, una alternativa que los especialistas del sector confían se pueda implementar pronto para así evitar el intrusismo.

(Con información de EFE)