Las vacas son unos de los animales capaces de dormir de pie. (Imagen Ilustrativa Infobae)¿Por qué algunos animales pueden dormir de pie? Es esta la pregunta que se hacen muchas personas cuando se aproximan a las curiosidades que rodean al mundo salvaje. Y es que existen multitud de ejemplos de especies que tienen esta capacidad, aunque no todos lo hacen a menudo, puesto que esto responde, sobre todo, a la necesidad de huir del peligro. A pesar de que es bastante conocido que las vacas pueden hacerlo, no son una excepción: hay otros que también han desarrollado este mecanismo biológico y estratega. Pero la forma en que lo logran es bastante curiosa.
Mientras la mayoría de las aves descansan acurrucadas en lugares protegidos, algunas tienen la capacidad de dormir de pie, sujetas a las ramas sin caer. Este es el caso de los pájaros, un fenómeno que quienes han tenido un canario como mascota probablemente han observado. Con el plumaje inflado y la cabeza escondida entre las plumas, el canario se sujeta firmemente al palo de su jaula mientras duerme, un comportamiento que puede resultar fascinante. Pero hay otros muchos animales que también pueden hacerlo.
Seis curiosidades del animal terrestre más grande del mundo: tiene una esperanza de vida de hasta 70 años. Los animales que duermen de pie son, en su mayoría, presas. Esta capacidad responde a la necesidad de huir rápidamente del peligro sin perder tiempo levantándose, y está determinada por dos factores principales: la rapidez de sus depredadores o la lentitud de su propia anatomía al ponerse en movimiento.
Las especies que adoptan esta postura generalmente viven en entornos donde sus depredadores son rápidos, como lobos o grandes felinos. Entre los mamíferos que suelen dormir de pie se encuentran los équidos, tanto los domesticados como caballos y ponis, como los salvajes, como las cebras, y los cérvidos. Estos animales están constantemente alertas a las amenazas de su entorno.
Por ejemplo, las cebras duermen unas siete horas al día, aunque rara vez de manera continua, ya que hacerlo las dejaría vulnerables a los ataques. Su patrón de sueño consiste en dormir de pie durante el día y tumbarse por la noche, lo que les permite entrar en la fase REM, necesaria para un descanso más profundo y reparador.
Las jirafas pueden dormir de pie porque su proceso de levantarse es lento debido a su anatomía. (EFE/Ron Magill)También los bóvidos, como vacas, bisontes, cabras y antílopes, tienen la capacidad de dormir de pie, aunque las especies domesticadas no lo hacen de forma habitual, ya que no lo necesitan para su seguridad. Además, mantenerse de pie genera estrés en sus articulaciones, y cuando se sienten seguros, prefieren descansar de manera más cómoda.
A menudo resulta difícil identificar si un animal está realmente dormido, ya que muchos de ellos mantienen activado un mecanismo de parpadeo para evitar ser detectados por los depredadores. En manada, algunos individuos permanecen alerta para emitir una señal de alarma en caso de peligro.
En el reino de los mamíferos, otros animales también pueden dormir de pie, como las jirafas, cuyo proceso de levantarse es lento debido a su anatomía. Sin embargo, no siempre duermen así: para descansar completamente, necesitan acostarse. Esta postura vertical es, más bien, un recurso ocasional, ya que el sueño en esta posición es superficial y breve. En el caso de los elefantes, aunque se recuestan para descansar, suelen apoyarse en árboles, rocas o en otros miembros de su manada, lo que les ayuda a evitar caer completamente al suelo.
A su vez, las aves presentan una sorprendente capacidad para dormir de pie. Unos ejemplos conocidos son los avestruces flamencos, pelícanos y pingüinos. En el caso de estos últimos, esta postura está relacionada con las extremas condiciones climáticas de su hábitat, que les obliga a agruparse para conservar el calor corporal. Por otro lado, aves de menor tamaño, como palomas, gorriones, cuervos, loros o cotorras, pueden dormir sujetándose a las ramas de los árboles, gracias a un mecanismo anatómico que les permite aferrarse sin esfuerzo.
Las avestruces flamencos también pueden dormir de pie. (Freepik) Los animales que duermen de pie han desarrollado sofisticados mecanismos para mantener el equilibrio y mantenerse erguidos sin esfuerzo. Estos procesos están diseñados para distribuir su peso de manera uniforme y evitar el tambaleo mientras descansan.
Uno de los mecanismos más comunes es el bloqueo de articulaciones, especialmente en las extremidades. En este proceso, los ligamentos y tendones de las patas están adaptados para endurecerse cuando la extremidad está recta, lo que bloquea la articulación y evita que la pata se flexione. Este sistema permite a los animales mantenerse de pie sin gastar mucha energía muscular. Cuando necesitan moverse, pueden desbloquear la articulación flexionando el músculo correspondiente. A través de este mecanismo, los animales pueden relajarse y dormir de pie, aunque no logran un sueño profundo y, por lo general, requieren acostarse para descansar completamente. Además, para evitar la presión constante sobre una sola pierna, suelen alternar las patas que bloquean mientras duermen.
Algunas especies tienen adaptaciones aún más específicas. La jirafa, por ejemplo, ha desarrollado una postura única conocida como “postura de aguja”. Al dormir, ya sea de pie o tumbadas, las jirafas doblan su largo cuello hacia atrás, apoyando la cabeza sobre sus caderas o lomo, lo que les permite distribuir el peso de su cuello y mantenerse de pie sin perder el equilibrio. Sin embargo, esta postura está diseñada solo para descansos breves, ya que dormir de esta manera no es sostenible durante largos periodos.