España documenta los primeros casos en niños de un virus raro detectado en Europa

Desde 2023, se ha documentado un aumento de casos en Reino Unido, Eslovenia, Italia, Países Bajos y Bélgica

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Hasta la fecha, solo se
Hasta la fecha, solo se habían documentado dos casos a nivel mundial de EV-C105 (Pixabay)

Un virus poco conocido, identificado como EV-C105, ha comenzado a generar preocupación en Europa debido a su posible relación con enfermedades graves. Según informó el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), entre 2019 y 2024, se han documentado en España los primeros cinco casos de este virus en niños de entre 2 y 10 años.

El EV-C105 pertenece a un grupo de virus conocido como enterovirus, que puede causar desde infecciones respiratorias leves hasta enfermedades neurológicas graves. De los casos detectados en España, uno de los menores fue hospitalizado por meningitis y otro por parálisis flácida aguda.

Según detalló el Instituto de Salud Carlos III, cuatro de las cepas identificadas en el país corresponden a un nuevo linaje emergente, denominado C1, que presenta mutaciones en regiones clave del virus. Estas alteraciones podrían estar relacionadas con una mayor capacidad de transmisión o con mecanismos para evadir el sistema inmunológico.

Peligro para la salud pública

El trabajo del Instituto de Salud Carlos III subraya que, aunque el EV-C105 sigue siendo un virus poco estudiado, su reciente aparición en España y otros países europeos podría representar un desafío significativo para la salud pública.

Las investigadoras responsables del estudio destacaron la necesidad de una vigilancia continua y un enfoque integral en su detección para comprender mejor su impacto y prevenir posibles brotes.

Desde 2023, se ha observado un aumento de casos en países como Reino Unido, Eslovenia, Italia, Países Bajos y Bélgica, lo que sugiere una propagación más amplia del virus en Europa.

Hasta la fecha, solo se habían documentado dos casos a nivel mundial de EV-C105 asociados a afecciones neurológicas. Sin embargo, los hallazgos recientes en España confirman que este virus no solo está presente en infecciones respiratorias, sino que también puede estar vinculado a enfermedades neurológicas graves.

Enterovirus. (Imagen de Archivo Infobae)
Enterovirus. (Imagen de Archivo Infobae)

Detección y diagnóstico del EV-C105

Uno de los principales retos que plantea el EV-C105 es su detección. Según el Instituto de Salud Carlos III, aunque los hospitales participantes en el estudio lograron identificar el virus mediante paneles respiratorios, algunos métodos comerciales de diagnóstico podrían no ser capaces de detectarlo, lo que podría llevar a una infranotificación de casos.

Otro desafío radica en la selección de las muestras clínicas. Tradicionalmente, las muestras de heces y respiratorias se han utilizado para diagnosticar enfermedades neurológicas causadas por enterovirus, como encefalitis o parálisisis.

No obstante, se ha observado que algunos enterovirus respiratorios rara vez se detectan en heces, a pesar de estar asociados a afecciones neurológicas. Algo similar parece ocurrir con el EV-C105, ya que en los dos casos españoles con enfermedades neurológicas, el virus fue identificado en muestras respiratorias.

La empresa de control de plagas y sanidad ambiental Lokímica ha reforzado con nuevos y más medios, incluido drones, las actividades de control y tratamientos contra los mosquitos que propagan el virus del Nilo Occidental (VNO), tanto para la fase adulta --mosquito que vuela y que está generando el problema ahora de salud pública-- como en larva --está en el agua estancada antes de ser adultos-- para reducir los riesgos de transmisión y hacer frente a la situación de emergencia que se está viviendo.

Reforzar las precauciones

Así, el Instituto de Salud Carlos III ha destacado que la reciente aparición del EV-C105 en España y Europa pone de manifiesto la necesidad de fortalecer la vigilancia epidemiológica y genómica.

En este contexto, un monitoreo continuo y un enfoque integral en la detección del virus son fundamentales para prevenir posibles brotes y mitigar su impacto en la población, especialmente en los grupos más vulnerables, como los bebés y niños.