
El pasado lunes, los vecinos del distrito romano de Prati, su ayuntamiento y el centro de ancianos Sabatino despertaron envueltos en una gran incertidumbre. Pronto, esta incógnita por resolver se tornó en una disputa en la que todas las partes comenzaron a lanzarse acusaciones unas a otras. El protagonista de este gran misterio fue un naranjo que había sido plantado en la Piazza Strozi de Roma, en el distrito de Prati. Según varios ciudadanos, el árbol se encontraba en el número 10 de la Vía Augusto Riboty, y su emplazamiento había sido elegido por los propios vecinos. Ellos habían querido plantar el naranjo allí después de que la calle fuese arreglada, para que los niños se dedicasen a cuidarlo con la ayuda de la encargada de una floristería.
La sorpresa de los vecinos y de la florista, cuyo negocio se encontraba en frente del lugar donde se plantó el naranjo, llegó la mañana del pasado lunes, cuando descubrieron que el árbol ya no se encontraba en su sitio. En su lugar, había un gran agujero que confirmó las sospechas de que el árbol había sido desplantado a conciencia, lo que hizo aumentar la incertidumbre de todos los vecinos. Estos no se explicaban cómo había podido ocurrir este suceso si el naranjo acababa de ser plantado unos días atrás, y tampoco habían recibido ningún tipo de queja ni reclamo al respecto.

“Nos sentimos ofendidos”
Sin embargo, a pesar de que el responsable del ‘misterio del naranjo’ es aún desconocido, la incógnita sobre dónde había ido a parar el naranjo se resolvió pronto. El árbol había sido encontrado en el jardín del centro de ancianos Sabotino, a pesar de que la responsable de esta residencia declaró que no se explicaba cómo había llegado hasta allí: “Nos sentimos ofendidos porque alguien del Ayuntamiento haya insinuado que los responsables de lo sucedido somos nosotros o incluso los ancianos”.
La directora de este centro de ancianos explicó que ellos no tienen nada que ver con este asunto y cree que, ya que ellos no saben quién ha podido ser, se deberían buscar a los responsables en la administración. Esta responsable asegura que, en el momento en que descubrió el naranjo en el patio de su jardín, lo único que pudo imaginarse fue que el servicio de jardines “tuvo que quitar los árboles privados” y dejó el naranjo en el centro de ancianos para luego plantarlo: “A veces las plantaciones espontáneas de los ciudadanos son eliminadas por el servicio de jardines”, señala la directora.

También, el centro de ancianos ha declarado que el árbol apareció en su jardín inesperadamente una mañana, y que no tienen ninguna intención de quedárselo como suyo. Por tanto, ha invitado a los vecinos a que lo recuperen en cuanto puedan, también porque, según ellos, el árbol está plantado “en pendiente”: “Podría derrumbarse en el patio del centro”. A pesar de que parte del misterio sigue sin resolverse, ya se conoce dónde se encuentra el naranjo que fue desplantado y, ahora, la prioridad es devolverlo a su emplazamiento original. De lo contrario, según los vecinos, “el árbol, en estas condiciones, corre el riesgo de morir, y sería realmente una pena”.