
Una práctica muy común entre los fabricantes de coches —especialmente en modelos de gama media y baja— para reducir costes es eliminar o “simplificar” ciertas características, materiales o tecnologías en los vehículos que estos consideran “superfluos” o prescindibles.
Se conoce como decontenting y se trata de un proceso que puede incluir la eliminación de elementos como materiales de mayor calidad en los interiores, reducción de aislamiento acústico, eliminación de botones físicos reemplazados por controles digitales más baratos o la eliminación de equipamiento de serie que antes era estándar y ahora se ofrece como extra opcional. También puede afectar a elementos mecánicos, como motores menos potentes o frenos más sencillos.
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Modelos como el Hyundai Ioniq 5, conocido por la calidad de sus acabados interiores, han reducido los elementos del habitáculo y en casos más extremos, como los vehículos de Tesla, los interiores prácticamente carecen de botones, salvo los que se encuentran en el volante.
Esta estrategia se conoce como decontenting y no está exenta de críticas por parte de los consumidores, que argumentan que los nuevos modelos que salen al mercado dejan mucho que desear en cuanto a calidad. Los mecánicos y empleados de un desguace conocidos en redes como @desguacemotocoche enseñan en una publicación en su perfil el nuevo modelo Dacia Duster, de 2025: “Mucha apariencia, pero después, por dentro, nada”.
Un modelo todoterreno “maquillado”
Antes de entrar a fondo en la inspección del coche, los mecánicos se muestran impresionados con la “apariencia de todoterreno” que tiene este coche, pero la clave está en los detalles. “Mira cómo viene maquillado. Te imitan un paragolpes de hierro forjado con plastiquillo”, menciona la experta. El segundo se refiere a los aletines (pieza que se usa para proteger la carrocería), que a su juicio tiene un cierto exceso de voluminosidad y el diseño de ellos deja al descubierto detalles como “el símbolo de la basura” [refiriéndose al de reciclaje].
Los neumáticos, que deberían ser de gran perfil como cualquier modelo de todoterreno “para superar todo tipo de obstáculos”, son en realidad “de carretera” como cualquier modelo compacto urbano. Asimismo, los mecánicos critican que “encima no le han puesto ni tapacubos”.
Un precio de 19.500 euros
Algunos puntos favor que resaltan estos profesionales es el espacioso maletero de este modelo y el combustible que utiliza el vehículo: “Este coche utiliza tanto gasolina como gas licuado del petróleo, el cual contamina menos que la gasolina y el gasoil”, explican.
Pero los mecánicos vuelven a cargar contra el modelo cuando inspeccionan el interior del vehículo: “Los parasoles interiores no llevan ni espejos [...] y solo puedes manejar la radio desde el volante”. Entre otros detalles, los mecánicos describen que el coche es de tracción delantera, con un “motor 1.000 TCE de tres cilindros”. En total, el precio de este vehículo alcanza los 19.500 euros: “Nada más que hacen coches para aparentar, pero que recortan en calidad”, sentencian.