
La Audiencia de Sevilla ha condenado a dos exdirectivos de Fleshlight, una empresa española dedicada a la venta de juguetes sexuales en Dos Hermanas, en Sevilla, por desviar y apropiarse de 7.400 unidades de vaginas de imitación hace más de una década. La sentencia, que ha sido emitida por la Sección Séptima de los juzgados, ha detallado el modus operandi de los acusados y el objetivo de la adquisición de estos productos, según la información de Europa Press.
Los procesados, Alejandro M. L. y Ramón M. L., se encargaban de dirigir el departamento de producción, por lo que pudieron acceder a todos los detalles de los pedidos de su empresa para idear su operación para apoderarse de los productos de índole sexual. El caso contra los exdirectivos comenzó a mediados del cuatro trimestre de 2012, cuando Steven Allen Shubin, administrador de la empresa gestora de Fleshlight, decidió realizar una auditoría externa de la contabilidad y fiscalidad de la compañía.
Una vez descubiertas las actividades irregulares de estos, el 18 de diciembre se tomó la decisión de despedir a los presuntos ladrones de la empresa. A pesar de las explicaciones que los implicados transmitieron a Fleshlight, la resolución judicial establece que tanto Alejandro como Ramón desviaron sin justificación 22 palets de productos destinados originalmente a la cadena de producción de la empresa.
El objetivo de los exdirectivos para los 7.200 productos
Según lo que ha dictaminado la Audiencia de Sevilla, los implicados coordinaron el transporte de los palets desde las instalaciones de Fleshlight hacia una nave en Seseña, Toledo, el 14 de diciembre de 2012. En la sentencia se detalla los productos desviados, se trataban del denominado manga, un artículo diseñado para simular los genitales femeninos, con 360 unidades en cada palet. Asimismo, los acusados cogieron dos palets que incluían materiales de embalaje y packaging.
“El objetivo de los acusados era hacer suyos los productos desviados”, señala la resolución. El valor total de la mercancía ha sido estimado en 32.202,67 euros. Además, para ocultar las irregularidades, los exdirectivos eliminaron los últimos inventarios de la empresa, donde figuraba la mercancía sustraída. La cuestión se agravó cuando Ramón M. L. acopió en su domicilio personal un total de 2.160 unidades del producto, con un valor calculado en 11.500,64 euros.
Aunque los acusados informaron a la empresa sobre la ubicación de los productos desviados mediante un burofax fechado el 23 de enero de 2013, las unidades almacenadas en la nave de Seseña fueron trasladadas de vuelta a las instalaciones de Fleshlight el 5 de septiembre, tras un acta notarial extendida a requerimiento del nuevo gerente de la compañía. Sin embargo, según la sentencia, las unidades que Ramón M. L. mantenía en su domicilio “no volvieron a las instalaciones de la empresa querellante”.
La condena y la repercusión en la empresa

La Audiencia de Provincial ha condenado a Ramón M. L. a una pena de cinco meses y medio de prisión por un delito de apropiación indebida, aplicando las atenuantes de reparación del daño y dilaciones indebidas. Asimismo, deberá abonar 11.500,64 euros, más intereses legales, a la aseguradora Reale, que había cubierto la pérdida económica sufrida por Fleshlight. Por su parte, Alejandro M. L. ha sido condenado a cuatro meses de prisión por su implicación en los hechos. En ambos casos, las penas de prisión se consideran reducidas debido a las atenuantes aplicadas y a la colaboración parcial en la restitución de los bienes sustraídos.
Fleshlight, reconocido mundialmente por sus juguetes sexuales masculinos que buscan brindar experiencias sensoriales realistas, ha calificado estas acciones como una grave traición a los principios de la compañía. “La confianza depositada en estos directivos fue completamente vulnerada”, señaló Steven Allen Shubin durante la investigación. Igualmente, algunas fuentes de la empresa apuntaron que el caso marcó un punto de inflexión en los controles internos de inventarios y auditorías, implementando desde entonces más estrictas medidas de supervisión.