
Con la primavera a punto de aterrizar (aunque por el tiempo no lo parezca), nos apetece llenar la casa de color y de vida con flores. Las peonías, por ejemplo, son elegantes y embellecen cualquier espacio con su encanto y fragancia única. Son perfectas para regalárselas a tu mejor amiga y que sonría ilusionada. Sin embargo, tememos que nada más lleguen a casa, se marchiten y no podamos disfrutar de ellas más de dos días.
Cuál es el origen de las peonías
Las peonías tienen más de 30 especies y son originarias de Asia, aunque actualmente se puede encontrar alrededor de todo el globo. Su homónimo hace honor a un médico de dioses griegos, Paen, tal y como se explica en la web de The Colvinco. Según cuenta la leyenda, estas flores se utilizaron para curar a Platón. No obstante, esta no es la única creencia que se tiene de ellas, ya que esta flor tiene tantas historias como tipos. Otro mito de la costa mediterránea relata que existía una ninfa llamada Peonía que era tan bella que todos los dioses estaban enamorados de ella. Sin embargo, un día una diosa harta de que el resto solo tuviera ojos para la joven, la convirtió en flor. Desde ese momento, esta flor fue vinculada con la belleza.
Cómo cuidar las peonías
Es preciso saber que las peonías no están hechas para las personas impacientes. Puede que al comprarlas aún estén cerradas y abrirse les puede llevar al menos una semana, una excelente oportunidad para disfrutar de su proceso de floración. Cuidarlas adecuadamente, garantizará que se mantengan frescas y radiantes durante más tiempo. Basta con prestar atención a tres sencillos pasos, como apuntan desde el portal Provocateur Roses.
Seleccionar peonías frescas
Lo primero es seleccionar las peonías frescas en la floristería. Habrá que buscar aquellos capullos que estén cerrados, pero firmes y descartar los que tengan algún pétalo marchito o decolorado. Las flores frescas exhibirán después colores vibrantes y pétalos suaves al tacto.
Una vez tengamos nuestras flores en casa, llega el turno de los tallos. Debemos recortarlos unos dos o tres centímetros en diagonal antes de depositar los brotes en un jarrón (previamente limpio y desinfectado para evitar la proliferación de bacterias). Este corte permitirá una mejor absorción del agua, asegurando que las peonías se hidraten de manera adecuada y alargando así su vida útil.
La elección del jarrón no es baladí. Habrá que decantarse por uno alto y estable que sea capaz de soportar los tallos pesados, para que las flores no se inclinen ni caigan.
Agua y nutrientes

El agua es un punto muy importante a tener en cuenta, ya que será la encargada de mantener las flores frescas. Se debe rellenar el recipiente elegido con agua limpia y a temperatura ambiente, evitando el uso de una muy fría o caliente, puesto que podría dañar los brotes. Es preciso cambiar el líquido cada dos días para prevenir la formación de bacterias.
La ubicación del jarrón también es clave. Se debe situar en un lugar fresco del hogar, alejado de la luz solar directa y de fuentes de calor como radiadores o electrodomésticos. Las peonías prefieren temperaturas entre 18 y 22 grados para mantenerse frescas y prolongar su duración.
Cuidado diario
Estas flores han de manipularse con cuidado porque son muy delicadas y sus pétalos pueden dañarse con facilidad. Hay que evitar apretar o tocar los pétalos con fuerza. En el caso de que empiecen a marchitarse antes de tiempo, puede hacerse un corte adicional, recortando un poco más los tallos y colocándolos en agua tibia durante unos minutos.