
Como si de una novela de Joël Dicker se tratase, un estafador profesional basaba su modus operandi en disfrazarse de diferentes personalidades para robar altas sumas de dinero. En su último ataque antes de ser capturado, estuvo a punto de llevarse más de 2.000 euros de una sentada.
Este hombre de 27 años fue arrestado en Saint-Gaudens, en el departamento de Haute-Garonne, Francia, tras ser sorprendido en flagrancia mientras intentaba estafar 2.800 euros de la cuenta de una víctima utilizando un esquema fraudulento que involucraba hacerse pasar por un asesor bancario y un cartero. El detenido, que había salido de prisión apenas tres meses antes, será juzgado el próximo 22 de abril.
De acuerdo con DDM, el sospechoso había perfeccionado un método de engaño que ya había aplicado con éxito en ciudades como Marsella y Toulouse antes de trasladarse a Saint-Gaudens.
Su estrategia comenzaba con la suplantación de un asesor bancario, utilizando información detallada sobre las transacciones y hábitos financieros de sus víctimas. En este caso, contactó a una mujer y le aseguró que estaba en riesgo de ser víctima de una estafa, irónicamente ganándose su confianza al ofrecerle una solución para bloquear una supuesta transacción sospechosa de más de 700 euros.
Formularios falsos y disfraces
El plan del estafador incluía la presentación de un formulario falso con membrete bancario, que la víctima debía rellenar y entregar junto con su tarjeta bancaria cortada por la mitad. El hombre no se limitó a hacerse pasar por asesor bancario, sino que también adoptó el rol de un cartero. Vestido con una chaqueta y un teléfono que llevaban el logo de La Poste (Correos en Francia), acudió al domicilio de la víctima para recoger el sobre que contenía la tarjeta y el código confidencial.
Con estos datos en su poder, el hombre se dirigió a un cajero automático del banco LCL en el centro de Saint-Gaudens, donde retiró los 2.800 euros. Sin embargo, su suerte cambió cuando fue sorprendido por una patrulla policial que había sido alertada previamente sobre este tipo de estafas en la región.

La intervención policial y la detención del sospechoso
Los agentes de policía, que patrullaban la calle de la République, identificaron al hombre por su comportamiento sospechoso. Vestido completamente de negro, con gorra, capucha y mascarilla, el individuo intentó evitar el contacto visual con los oficiales. Según consignó DDM, al ser abordado por los agentes, el sospechoso emprendió la huida, pero fue rápidamente perseguido por dos policías.
Durante la persecución, el hombre abandonó varias de sus prendas y su teléfono móvil, e incluso intentó deshacerse del dinero robado arrojándolo en un contenedor de reciclaje. Finalmente, fue detenido en las inmediaciones de la plaza de Barbastro. Al revisar el contenedor, los agentes recuperaron los 2.800 euros sustraídos.
El detenido, identificado como Daniel, es originario de Bouches-du-Rhône y había sido liberado de prisión apenas tres meses antes de este incidente. Durante su comparecencia ante el tribunal penal, el hombre expresó su deseo de ser juzgado de inmediato para resolver el caso cuanto antes. Sin embargo, el presidente del tribunal decidió posponer el juicio hasta el 22 de abril para permitirle preparar su defensa.
Mientras tanto, el acusado permanecerá bajo custodia. La víctima, por su parte, logró recuperar el dinero robado gracias a la rápida intervención policial. Este caso pone de manifiesto la creciente sofisticación de las estafas bancarias y la importancia de estar alerta ante posibles intentos de fraude.