Ana de Armas es una de nuestras actrices más internacionales. La cubana-española decidió dar el salto hasta Estados Unidos y allí se labró la nominación al Oscar por su interpretación de Marilyn Monroe en Blondie. Aunque volvió a casa con las manos vacías, ha sabido consagrarse como una de las jóvenes promesas de Hollywood; sin embargo, su nombre se encuentra en boca de todos últimamente y no precisamente por uno de sus papeles.
La de La Habana ha tenido un historial amoroso bastante curioso. Después de casarse en 2011 con el actor Marc Clotet, para divorciarse dos años más tarde, decidió probar suerte en Los Ángeles. Y entre las calles de California se forjó su romance de poco más de un año con Ben Affleck. Tras romper con el intérprete de Argo, probó suerte durante varios meses con Paul Boukadakis, vicepresidente de Tinder; y hace varios meses, era pillada por la revista ¡Hola! en Madrid junto al asesor de la presidencia de Cuba, Manuel Anido Cuesta.
Sin embargo, su romance más comentado ha surgido en los últimos días, cuando la actriz de El Internado era cazada por las cámaras en Londres junto a Tom Cruise el Día de San Valentín. La joven no ha querido confirmar los rumores; y, de hecho, ha vuelto a ser vista por Madrid con Manuel Anido Cuesta. Por lo tanto, aunque parece ser que con el actor de Top Gun solo la une una relación estrictamente profesional, lo que está claro es que Ana de Armas cada vez pisa menos su hogar en Estados Unidos.

El lugar elegido por la intérprete para establecerse fue Vermont, en la región de Nueva Inglaterra. Este estado se caracteriza por su abundante vegetación, sus bosques frondosos y sus paisajes montañosos. Además, aunque ofrece privacidad y tranquilidad, se encuentra a una distancia razonable de grandes ciudades como Boston y Nueva York.
Durante una entrevista con E! News, Ana de Armas admitió el motivo por el cual decidió mudarse lejos del bullicio de la gran ciudad para instalarse en una zona rural. “Siento que hoy en día, todos queremos alejarnos de la locura del mundo. Todos queremos tener la oportunidad de construir nuestro propio espacio seguro. Yo misma he tomado esa decisión”, explicó la actriz. “Encontré un hogar en el que realmente me siento fuera de la red. Puedo serenarme y llevar allí solo a la persona con la que quiero estar. Tengo mi pequeño refugio allí”.

Según han revelado medios como Page Six, de Armas adquirió la propiedad de 30 acres, más de 120.000 metros cuadrados, por un precio aproximado de siete millones de dólares. Y es que, la casa cuenta con seis dormitorios, ocho baños, una piscina exterior y vistas espectaculares que convierten la residencia en un auténtico paraíso natural. Aunque la joven siempre ha sido muy discreta en sus redes sociales y no suele compartir muchos detalles de su vida privada, algunas imágenes dejan entrever que su hogar está rodeado de extensas áreas verdes y es un espacio ideal para relajarse junto a sus mascotas.

La decisión de mudarse a Vermont no fue casualidad. A lo largo de los últimos años, la intérprete de No Time to Die ha experimentado importantes cambios en su vida. En 2020, durante su relación con Ben Affleck, vivió en Los Ángeles, concretamente en la lujosa residencia del actor en Pacific Palisades. Sin embargo, el constante acoso mediático que sufrió la pareja durante la pandemia hizo que la actriz reconsiderara su estilo de vida y se replanteara la necesidad de alejarse de los focos.
De hecho, se rumoreó que una de las razones de su ruptura con Affleck fue la incompatibilidad de sus proyectos de vida. Mientras que Ana de Armas deseaba salir de Los Ángeles para establecerse en un entorno más tranquilo, el actor prefería quedarse en la ciudad para estar cerca de los hijos que tiene con Jennifer Garner.
