
Cada vez son más las manifestaciones que se producen en España para protestar contra el turismo de masas y un modelo que describen como “insostenible” por generar riqueza “casi de forma exclusiva a las grandes empresas y encarecer los precios del alquiler”, un modelo que, en definitiva, no prioriza el bienestar de la ciudadanía. En 2024 España volvió a batir el récord turístico en número de visitantes internacionales —con 93,8 millones, un 10% más que un año antes—, por lo que este verano, ante un posible máximo histórico de llegadas, las protestas de la población contra los “excesos” del turismo podrían intensificarse.
Se trata de una situación que preocupa especialmente a los turistas de Reino Unido, que son quienes más visitan España, junto con los viajeros procedentes de Francia y Alemania. Según recoge el Daily Mail, los turistas británicos “se sintieron decepcionados” por el reciente bloqueo de varios vecinos de Ibiza con grandes piedras al acceso de una de las playas más famosas de la isla, Es Vedrà, una decisión que, sin embargo, apoyan muchos residentes hartos de que se realicen toda clase de bodas, ceremonias y fiestas en el idílico paraje sin tener en cuenta su deterioro.
Más grave aún, publica el periódico británico, “es la violencia y el caos” que se desataron en Tenerife la semana pasada, cuando varios “activistas furiosos incendiaron y destrozaron una flota de coches de alquiler”. “Hay imágenes perturbadoras circulando en Internet de vándalos encapuchados que rocían con líquido inflamable una veintena de vehículos de alquiler antes de prenderles fuego en el popular complejo turístico de Costa Adeje, uno de los favoritos de los veraneantes británicos”, señala el periódico.

El tabloide conservador también advierte de que el año pasado algunos manifestantes se dirigieron a los turistas “culpándoles de la subida de los alquileres y del aumento del coste de la vida”, que son algunos de los motivos que están expulsando a los residentes de sus hogares y barrios. El Daily Mail indica asimismo que “hay activistas han amenazado incluso con llevar sus protestas al siguiente nivel, bloqueando aeropuertos”, al tiempo que advierte de que el “movimiento antiturismo” no solo está cobrando fuerza en España, sino en todo el sur de Europa.
Y es que aunque el turismo es, sin duda, uno de los principales motores de la economía española, alcanzar cifras tan elevadas como las que se han registrado en los últimos años también hace necesario reflexionar sobre la sostenibilidad de este modelo, pues cada vez son más evidentes los efectos negativos que genera: la saturación de destinos populares (y sus recursos), la degradación ambiental y la pérdida de identidad de las ciudades, además del encarecimiento de la vivienda y del costo de vida en general, tal y como explicaba hace unas semanas en entrevista con Infobae España Raül Valls, miembro del colectivo Alba Sud, un centro independiente de investigación en turismo desde perspectivas críticas con sede en Barcelona.
De hecho, otros expertos como Ernest Cañada, también del colectivo Alba Sus e investigador postdoctoral de la Universitat de les Illes Balears (UIB), ya han advertido desde hace tiempo de que en verano estos problemas “se van a agudizar y la respuesta será el conflicto social”.