
“¡Montoya, por favor!”. Esta frase, pronunciada por Sandra Barneda en La isla de las tentaciones, marcó el inicio de un fenómeno que, hasta entonces, se cocía con relativa calma en televisión. Sin ni siquiera vaticinarlo, José Carlos Montoya se ha convertido en uno de los participantes más populares de la octava edición del reality. Además de su característica personalidad, su carisma y su naturaleza, un factor clave en “su fama mundial se debe a la viralización de las palabras pronunciadas por la presentadora de televisión”.
La experta en imagen y reputación, Arantxa Pérez Jaramillo, analiza para Infobae España el origen de la gran popularidad que rodea al participante de Supervivientes 2025 y su repercusión en la esfera mediática. Lo primero que deja claro la entrevistada es que no se trata de un personaje trabajado, sino que “ese modus operandi exagerado es natural en él“.
De acuerdo con sus declaraciones, un detalle que no muchos conocían es que “Anita Williams y Montoya se conocieron en El Conquistador"—reality de supervivencia emitido en RTVE y presentado por Raquel Sánchez Silva—, aunque para entonces el sevillano ya había debutado en televisión de la mano de Mujeres y Hombres y Viceversa. “La personalidad de Montoya se ha ido forjando a través del bagaje que ha conseguido en la pequeña pantalla”, explica la también directora de PR&MANAG, quien añade que su “carácter llama la atención y provoca reacciones” en el espectador.

“Montoya, un mix entre personaje y naturaleza”
La participación de Montoya en La isla de las tentaciones en gran medida ha traído al presente la primera temporada del espacio, donde los principales protagonistas fueron Estefanía y Christopher. Sin embargo, se trata de dos fenómenos diferentes, según detalla la experta. “Tuvieron éxito, pero no al mismo calibre que Montoya, quien tiene casi un millón de seguidores en sus redes sociales. De hecho, sí nos acordamos de la frase —’¡Estefaníaaaa!—, pero no de quién la dijo. Con Montoya no va a pasar eso porque él es un personaje en sí, sino que es un todo, un mix. Su personaje y su naturaleza juntas hacen que tenga esa popularidad", explica la entrevistada a este medio.
Y es que, cuando Christopher puso fin a su paso por República Dominicana, “dejó de ser personaje y se convirtió en persona”. Sin embargo, el andaluz “continúa con su personaje en redes sociales y, en consecuencia, su fama sigue creciendo”. Tanto es así que su rostro es uno de los más recurrentes tanto en televisión como en distintas campañas publicitarias. "El 99% de sus publicaciones en redes son publicidad, mientras que 1% lo dedica para los bailes y gracias que ha hecho en La isla y que se han convertido en trending. O sea, no hay un solo video de él hablando de nada de su vida cotidiana. Todo va destinado a incrementar esa popularidad".

“Montoya es el nuevo Joaquín Sánchez”
“A las marcas les interesa un personaje como él, que enganche”, sostiene la experta, quien pone el foco de atención en el hecho de que “las campañas publicitarias que está haciendo son con empresas muy tochas”. Para entender esta parte de la historia, Pérez Jaramillo explica que en sus negociaciones entran en juego tanto “el precio por publicación, como el número de seguidores y su engagement". “Los contratos no se hacen por él, sino por popularidad, que es completamente distinto. Puede estar cobrando grandes cantidades de dinero, desde 5.000 euros por una story a 20.000 o 30.000 euros, dependiendo del contrato", manifiesta.
“Este chico habrá ganado una fortuna en estos tres meses. No te sabría decir la cifra exacta, pero en tres días se gana 80.000 euros o más”, afirma Pérez Jaramillo. Pero, ¿su exposición en exceso supone un hándicap en su creciente popularidad? La experta compara al de Utrera con Joaquín Sánchez, exfutbolista del Betis. “Ambos son el tipo de personaje del que nunca te cansas porque siempre tiene una gracia distinta que te engancha. Montoya es el nuevo Joaquín”, afirma la entrevistada, quien agrega que “si se lo proponen, el fenómeno Montoya no se va a acabar nunca”.