
Las acusaciones lanzadas sobre el concejal de Vox Jordi de la Fuente no han impedido que el sindicato Solidaridad, vinculado al partido político de derechas, ratifique este sábado su nombramiento como nuevo líder. El polémico político, qué ha sido señalado por su pertenencia en el pasado a organizaciones neonazis y su actitud prorrusia, se convertirá oficialmente en secretario general de Solidaridad este sábado, en un acto al que acudirá varios dirigentes de la formación verde, entre los que se encuentra su presidente, Santiago Abascal.
Este 15 de marzo tendrá lugar la asamblea general de Solidaridad, en la que el sindicato de Vox llevará a cabo una renovación de su cúpula, que incluye la sustitución de su actual líder, el diputado Rodrigo Alonso. El también portavoz nacional de Trabajo y Campo se pondrá ahora al frente de la nueva Confederación de Sindicatos Europeos que ha creado Solidaridad, según ha comunicado la propia organización.
Tras haber sido el único aspirante que ha logrado el aval del 20% de los afiliados al corriente de pago, condición necesaria para presentarse a la elección cómo líder del brazo sindical de Vox, De la Fuente se postula este sábado sin competencia como candidato al puesto de secretario general.
Organizaciones extremistas y un juicio pendiente
Desde el anuncio de su posible salto a un puesto de primera responsabilidad en el sindicato Solidaridad, los medios se han hecho eco del turbulento pasado de Jordi de la Fuente, actualmente diputado provincial en Barcelona, concejal en Sant Andrià de Besòs y responsable intermunicipal de Vox Barcelona.
Graduado en Ciencias Políticas por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, el militante de Vox acumula ya un historial de polémicas declaraciones y problemas con la Justicia a raíz de su actividad política a sus 39 años de edad. Antes de su salto a Vox, De la Fuente ocupó un cargo de dirigente en el partido Movimiento Social Republicano (MSR), organización de extrema derecha acusada de neonazismo y de negar el Holocausto. Tras su paso por MSR, De la Fuente se integró en Plataforma per Catalunya (PxC) hasta su disolución.
Durante su etapa anterior a Vox, fue investigado en varias ocasiones de actos violentos o vandálicos, siendo el caso más sonado su presunta participación en el asalto a un centro de menores tutelados en Masnou (Barcelona) en 2019. La Fiscalía acusa a De la Fuente de haber sido uno de los organizadores del acto, en el que varias personas resultaron heridas, y el político se enfrenta por estos hechos a una condena de dos años y dos meses de prisión. La investigación aún sigue abierta y el futuro líder de Solidaridad se le atribuye en esta un presunto delito de odio.

Dos años más tarde y ya consolidado dentro del partido conservador, De la Fuente se encontró con una nueva polémica por la petición de la Asociación Acción y Comunicación sobre Oriente Medio (ACOM) de que Vox lo expulsase de la formación por haber difundido mensajes “antisemitas y xenófobos” en redes sociales. El político catalán respondió a estas acusaciones asegurando haber evolucionado desde el momento en el que sucedieron estos episodios.
De la Fuente ha manifestado en varias ocasiones su admiración a Alexander Duguin, uno de los principales ideólogos del Kremlin y precursor de ideas que defienden la expansión de Rusia. Además de participar en varias charlas relacionadas con el filósofo de ultraderecha, De la Fuente también ha defendido su afinidad con el presidente ruso Vladimir Putin.
Cuenta con el apoyo de Vox
Frente a las duras críticas lanzadas en los últimos días en referencia a la actividad política de De la Fuente, Vox ha defendido férreamente su nombramiento como líder de Solidaridad. José Antonio Fúster, portavoz nacional del partido, asegura que, independientemente de sus antecedentes políticos, el catalán lleva años plenamente integrado en Vox y actualmente comparte ideales con la formación. En alusión a sus posicionamientos más radicales, recalca que están “en un pasado muy, muy remoto, prehistórico”.