Los presuntos abusos sexuales a menores en un colegio del Opus Dei de Valencia siguen estancados en el juzgado: “Dudan del testimonio de los niños”

‘Infobae España’ habla con la madre de dos niños que habrían sido agredidos por un profesor del colegio El Vedat, en Torrent. Asegura que las familias se sienten indignadas ante la pasividad de la justicia pese a la “gravedad de los hechos”

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Fachada del colegio El Vedat
Fachada del colegio El Vedat en Torrent, Valencia. (Cedida a Infobae España)

Ha pasado más de un año desde que las familias de varios alumnos del colegio concertado El Vedat de Torrent (Valencia), vinculado al Opus Dei, denunciaran abusos sexuales por parte de un docente del centro hacia sus hijos y “la justicia aún no ha hecho nada”. Las investigaciones comenzaron en marzo de 2024, después de que las familias relataran que sus hijos habían sufrido tocamientos, episodios de exhibicionismo e incluso felaciones que implicaban a un profesor de este colegio de educación segregada que pertenece a Fomento de Centros de Enseñanza. Pero en todo este tiempo, lamentan las familias, “lo único que se ha hecho es poner en duda el relato de las víctimas”.

Las alarmas saltaron cuando algunos niños comenzaron a hablar de comportamientos sexualizados entre alumnos que incluían tocamientos e incluso felaciones. “El primero que habló fue mi hijo menor, que tenía cinco años, y nos dijo que había un compañero de clase que realizaba felaciones a otros por debajo de la mesa en el comedor y, a raíz de ahí, fuimos tirando del hilo”, explica a Infobae España E.O.V., una de las madres cuyos hijos también han sido presuntamente abusados. Tras comentarlo con otras familias, un padre de otro alumno narró un hecho similar, pero esta vez involucraba a un profesor. Cuando el padre acudió al colegio para pedir explicaciones, “se limitaron a decirle que eso era imposible, que habría sido una pesadilla del niño”, cuenta indignada E.O.V. al otro lado del teléfono.

Las familias decidieron investigar más y recopilaron los testimonios de más niños que apuntaban a un mismo hombre, “uno que era calvo, bajito, vestía camisa de cuadros y les había enseñado la pilila, y al que incluso habían visto en el baño con algún niño”. Un perfil, explica E.O.V., con el que coinciden varios hombres en el colegio. “Son niños de cinco años relatando hechos muy graves, pero aunque sean muy pequeños y se les escapen detalles como los nombres, no quiere decir que se lo estén inventando”, añade esta madre.

La sombra de varios niños
La sombra de varios niños se proyecta en el suelo. (iStock)

El caso lleva un año paralizado en los juzgados

La primera reacción del colegio, recuerda, fue negar los hechos, después se puso a la defensiva y luego terminó responsabilizando a los padres de los comportamientos de los alumnos. “Nos dijeron que posiblemente los niños veían cosas raras en sus casas”, relata. Finalmente, tras el testimonio de niños algo más mayores que apuntaban a un profesor de valenciano como autor de los abusos, el colegio decidió suspender a este docente.

“Apartaron al profesor, pero no porque creyeran que esto había sucedido, sino por el revuelo que se había generado”, añade. Las familias no dudaron en sacar de forma inmediata a sus hijos del colegio en cuanto conocieron los hechos y también lo denunciaron (la primera vez en diciembre de 2023) ante la justicia, una institución que, asegura, “solo ha dilatado todo el proceso y no ha hecho nada por las víctimas”. Las diligencias comenzaron en marzo del año pasado, por lo que el caso lleva paralizado un año en los juzgados.

El Defensor del Pueblo ha registrado 223 nuevos testimonios de víctimas de abusos sexuales en el entorno de la Iglesia tras la presentación del informe que realizó la institución y hasta el 22 de mayo. De ellos, se han considerado válidos 129 testimonios. (Congreso de los Diputados)

“Sentimos rabia e indignación, porque además los padres que hemos denunciado creemos que los abusos vienen sucediendo desde hace años, pero el colegio está acostumbrado a que esto ocurra, se calla, lo tapa y no sucede nada. Ahora, sin embargo, se les ha ido de las manos y lo que utilizan para que no se nos crea es decir que son niños muy pequeños que pueden inventarse las cosas, que ven mucho internet o que lo tienen en su casa”, añade E.O.V. a este periódico.

La mujer lamenta que aún cueste tanto creer a las víctimas de violencia sexual, “más aún cuando son menores de edad”, e insiste en que en este caso no solo es el Opus Dei quien no ha protegido a estos niños, sino “el sistema judicial”. De momento, sus hijos aún no han podido contar su relato ante la justicia. “Lo único que esto provoca es alargar el sufrimiento de las víctimas, revictimizarlas, porque mis hijos lo único que quieren es olvidarlo cuanto antes, pero no les dejan”, añade esta madre, al tiempo que aclara que el juez decano de Torrent es miembro del Opus Dei.