
Un hospital privado de Málaga ha sido condenado a pagar 173.599 euros a un paciente que se sometió a una cirugía ocular para acabar con su miopía. El hombre, de 54 años de edad, se sometió voluntariamente a la operación para no tener que usar ni gafas ni lentillas. No obstante, tras la intervención médica, el hombre comenzó a perder visión.
Las secuelas de esta cirugía fueron tan graves que, en marzo de 2017, el paciente obtuvo el grado de gran invalidez. La Audiencia Provincial de Málaga ha llegado a la conclusión de que existió negligencia médica, según ha informado el Diario Sur.
De acuerdo con la sentencia, el paciente se sometió a una primera cirugía refractiva en el año 2000 con el objetivo de corregir su miopía y prescindir del uso de las gafas. Sin embargo, tras esta operación, se mantuvo una miopía residual que obligó a una segunda intervención meses después.
Aunque inicialmente pareció que los procedimientos de esta segunda intervención habían resuelto el problema, el hombre, en 2008, comenzó a experimentar una pérdida progresiva y alarmante de visión. Ese mismo año fue diagnosticado con ectasia corneal, una afección grave que perjudica la estructura de la córnea y que, según el juez, no fue advertía antes de las operaciones.
Diagnóstico tardío y secuelas irreparables
El diagnóstico de ectasia corneal llegó siete años después de la primera cirugía, cuando el paciente acudió a un centro oftalmológico especializado tras notar un deterioro significativo de su visión.
El informe médico expedido por el centro vinculó esta condición directamente con las intervenciones quirúrgicas realizadas por el método Lasik, una técnica que modifica la forma de la córnea para corregir defectos refractivos.
El tribunal destacó que, en el momento de las operaciones, el riesgo de esta afección ya era conocido en la comunidad médica. No obstante, el hospital no incluyó esta posible complicación en el consentimiento firmado proporcionado al paciente antes de la primera cirugía.
Además, según la sentencia, no se presentó ningún otro documento de consentimiento para la segunda intervención, lo que agravó la falta de información adecuada.
El hombre, que ahora depende de lentes de contacto rígidos y se enfrenta a una pérdida de la visión irreversible, declaró ante los tribunales que nunca fue advertido de tales riesgos ni de haber recibido un seguimiento adecuado por parte del hospital después de las intervenciones.
El consentimiento firmado
La Audiencia Provincial de Málaga ha subrayado la importancia de los consentimientos médicos firmados. Según el fallo, este documento no puede limitarse a enumerar los riegos generales, sino que debe detallar posibles complicaciones específicas y alternativas terapéuticas disponibles.
El abogado del demandante, Francisco Damián Vázquez, de la Asociación ‘El Defensor del Paciente’, argumentó que la falta de información fue determinante en el caso, señalando que el hospital no cumplió con su obligación de advertir al paciente sobre el riesgo de ectasia corneal.
Fallos en la atención médica
Además, Carmen Flores, presidenta de la asociación a la que pertenece Damián Vázquez, ha destacado la gravedad del caso. “La falta de información adecuada puede tener consecuencias devastadoras para los pacientes”, ha subrayado Flores.
Del mismo modo, ha pedido a los profesionales médicos que cumplan con su deber ético y legal de informar de manera completa y comprensible sobre los riesgos de cualquier cirugía.