
Marga (nombre ficticio) entró en Mercadona en el año 2017. Durante varios años, su trabajo fue impoluto, hasta el punto de que en las evaluaciones anuales que realizaba su superior, de las que dependía parte de salario, siempre obtenía las mejores calificaciones. Todo cambió con la muerte de su hermano.
Desde su fallecimiento, Marga comenzó a tener problemas de ansiedad en el trabajo. “No dormía, estaba preocupada por mis padres”, cuenta a Infobae España. “Estuve un mes trabajando, intenté aguantar, aguantar”. No comía, perdía peso, “solo lloraba, no tenía fuerzas”. Finalmente, decidió ir a su médica cabecera, que “en el mismo momento en el que me vio, ya me dio la baja”.
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Lo que sucedió después, es algo que ya hemos explicado en anteriores reportajes sobre Mercadona: el coordinador de su tienda la llamó a las tres semanas y le comunicó que le iban a quitar el 25% de su salario. Una práctica habitual de la empresa, según han explicado 30 trabajadores y extrabajadores a los que este periódico ha entrevistado.
Sin embargo, Marga no estaba dispuesta a dejarlo pasar. Estaba afiliada a Comisiones Obreras (CCOO) y se puso en contacto con este sindicato para iniciar un procedimiento legal contra Mercadona. Desde esta entidad le recomendaron que lo dejara pasar, a pesar de la existencia de varias sentencias a favor de empleados que han reclamado ese dinero que la empresa les había quitado del salario al coger la baja. “Me dicen que no se va a denunciar nada”.
“No se les permite trabajar”
La inacción de CCOO en el caso de Marga no es un caso aislado. Varios empleados de la empresa han asegurado que tanto este sindicato como Unión General de Trabajadores (UGT) han actuado en múltiples ocasiones a favor de la empresa, hasta el punto de que delegados y liberados sindicales han declarado en juicios a petición de Mercadona para testificar en contra de los trabajadores.
“En Comisiones no daban formación ni dejaban usar sus horas sindicales”, afirma Marga, que tras esa decepción decidió entrar en la CIG, un sindicato independiente de Galicia. “En UGT no nos daban ni el convenio”, añade por su parte Irene (nombre ficticio), delegada de esa entidad hasta el pasado 2024. A ella tampoco le permitían hacer uso de esas horas para cumplir con su labor de delegada sindical, mientras que a su liberado, que antes había sido coordinador de una tienda de Mercadona, la empresa le pagaba hasta la gasolina del coche, hecho con el que el sindicato no tenía problema.
“No se les permite trabajar”, razona Jesús (nombre ficticio), también exdelegado de CCOO. En la provincia en la que él está, asegura que ni este sindicato ni UGT ha solicitado ninguna inspección de trabajo en los últimos años, mientras que la CIG, en menos de 12 meses, ha conseguido que se haga más de una decena. A cambio, Mercadona ha respondido con casos de discriminación y acoso contra los miembros de este sindicato independiente, que cuentan con sentencias a su favor por casos de despidos injustificados.
Advertidos de la publicación de este reportaje, ni Mercadona, ni Comisiones, ni UGT (al contrario que el resto de sindicatos a los que hemos consultado en los últimos meses) han querido dar ninguna declaración acerca de estas informaciones ni las que siguen a continuación.
Puestos para espiar a los trabajadores
En algunos casos que los empleados de la cadena de supermercados nos han contado, la colaboración de los sindicatos con la empresa parece ir más allá. Uno de los casos más llamativos se ha producido en Cuenca. Desde allí, Andrea (nombre ficticio) nos cuenta que, el mismo día en que iba a activar un protocolo de acoso laboral contra su jefa.
Sin embargo, el liberado de CCOO con el que se había puesto en contacto para iniciar ese procedimiento envió toda la información a una abogada de Mercadona. La misma abogada que, al día siguiente y sin previo aviso, estaría presente en el despido de Andrea -junto a esa superior a la que pensaba denunciar por acoso, que supuestamente se encontraba de vacaciones-.
El protocolo de acoso se activó horas más tarde, según el enlace sindical de Andrea porque se encontraba “en una reunión” -que duró más de nueve horas- y no había podido llevar a cabo el procedimiento antes. “Días después me puse en contacto con él para ver el estado de la denuncia y me dice que la empresa le comunicó que no se activó debido a que ya estaba despedido”. Su caso, ahora, se encuentra judicializado.

Andrea también denunció este hecho a través del canal ético de Comisiones Obreras. Asegura que aprobó pruebas como imágenes y documentos al respecto, pero sus quejas fueron descartadas por el sindicato. Andrea conoció a otros compañeros que habían sufrido prácticas similares por parte de este enlace sindical. “Lo que hacía era comunicárselo a Mercadona y así iban un paso por delante”.
Además, decidió consultar esta situación con un secretario general de CCOO en otro sector de la misma provincia. En esa conversación, que Andrea grabó y a la que Infobae España ha tenido acceso, se escucha a ese alto cargo asegurando que los sindicatos “están comprados” y que “a los delegados (de UGT y CCOO) los pone Mercadona”.
Ruth (nombre ficticio) aporta nueva información al respecto. Hasta hace poco, fue gerente C -el mismo rango que el de un coordinador de una tienda- en el departamento de Recursos Humanos de Mercadona en Andalucía. “Estaba dentro de la misma división que los gerentes sindicales”, señala. “Creo que había dos o tres de UGT y dos o tres de Comisiones Obreras”.
Ruth explica que el objetivo de estos “gerentes sindicales” era canalizar todos los conflictos entre los trabajadores y la empresa, “para que estos no salieran fuera de Mercadona”. “Lo que hacían es tener nombre y apellidos de muchas personas que consultaban, y había mucha información que también le pasaban a los coordinadores de la tienda… Entonces, ahí no estaban protegiendo a los trabajadores. Evitar los conflictos y mantener informados, ese era su cometido: “También un poco darle cremita al coordinador para que tratara al trabajador de otra forma, pero siempre algo muy vago, sin ningún tipo de repercusión. De palabra”.
16 bajas de ansiedad en tres tiendas
En un reportaje anterior, Infobae España informó de cómo, para Mercadona, existe una diferencia entre los sindicatos “alineados” y los “no alineados”. “Lo que hacen con los delegados de la CIG es aislarlos”, denuncia un delegado de este sindicato independiente. “Han prohibido que mis compañeros se acerquen a mí y me han prohibido hablar con los clientes”, denuncia otra empleada de otra comunidad autónoma.
“Cuando se entró en Mercadona sindicalmente, se entró pasteleando, todos los sindicatos”, cuenta ese secretario general conquense en la conversación grabada. “Se llegó a un acuerdo para repartirse los delegados… y por eso las secciones sindicales de Mercadona, de UGT y CCOO, son una castaña”.
Ese reparto de delegados, que desde otros sindicatos también se ha denunciado, es lo que evidencia, según Marga, un cartel que encontró colgado en el tablón de su tienda. En ese folio, se define a los “Propietarios” de la empresa, y se señala que está por definir un “representante sindical”: una persona cuyo objetivo es “Ganar Elecciones Sindicales”. Se dan dos opciones: “UGT/CCOO”, frente al resto de los sindicatos. Ella lo explica de este modo: “Mercadona tiene una persona específica para que ganen las elecciones sindicales UGT y Comisiones y no entre otro sindicato”.

Irene ejemplifica la ineficacia de UGT y CCOO en la provincia de Cuenca con las “graves faltas de respeto” y el maltrato a los empleados que se estaba dando en las tiendas de esa provincia. Se presentaron denuncias al respecto e incluso se llegó a avisar a la dirección del sindicato. Prueba de ello es que esto se mencionaba en las reuniones mantenidas entre los sindicatos y la empresa. Sin embargo, durante mucho tiempo esas conversaciones no se materializaron en ninguna medida. “Lo que pasa es que hubo un momento que empezó a haber muchísimas bajas por ansiedad”, explica. En las tres tiendas de la provincia, “llegó a haber 16 personas de baja por ansiedad”.
Explican que, solo cuando se alcanzaron esas cifras, los sindicatos “empezaron a movilizarse un poco más” y lograron varios despidos. “Pero realmente eso ha sido que muchos de nosotros hemos ido a Inspección de Trabajo y hemos puesto nuestros casos encima de la mesa. Entonces, en el momento que ya se hace mucho ruido, ya tienen que hacer algo así”. Hasta ese momento, el mensaje que ella había recibido desde UGT era el contrario: “Déjalo pasar”.
“¿Cómo fuiste elegida?"
Además de su conversación con el secretario general de otro sector de Comisiones Obreras, Andrea también grabó una llamada telefónica con otra delegada de ese mismo sindicato, en el que le realizó una pregunta sencilla: “¿Cómo se eligen a los delegados sindicales?“. Y es que tanto trabajadores como representantes sindicales dan a entender que, en algunos casos, esas elecciones no se producen de manera democrática.
Los delegados sindicales, por ley, se eligen a partir de una votación entre los trabajadores de la empresa. Sin embargo, la delegada con la que habla Andrea no parece entender la pregunta, así que le especifica todavía más la pregunta: “¿Son elegidos por votación o se les pone a dedo?“. De nuevo, en vez de responder, la delegada sindical -supuestamente elegida por votación- le dice: ”Eso se lo tienes que preguntar a Organización, yo no te lo sé decir“.
“¿Cómo te eligieron entonces?“, pregunta Andrea. ”Vamos a ver“, responde ella. “Eso es... acuerdos entre la empresa y trabajadores”, y añade: “Yo de ahí no te puedo decir nada porque yo ni pongo las normas ni las quito. Soy delegada pero no se cómo eligen si te pongo o te dejo de poner”. Pasados unos segundos, esa mujer acaba diciéndole a Andrea que, como ya no trabaja en Mercadona, no le puede decir nada sobre el tema. “A mí no me vas a hacer un interrogatorio, eh”. Y solo es al final de la conversación, después de varias veces insistiendo en la misma pregunta, que la delegada afirma haber sido elegida “por votación, claro”.

“Yo fui elegido a dedo”, confiesa por otro lado Ángel (nombre ficticio). “Como delegado y más tarde como liberado”. De hecho, afirma que durante los primeros años sintió que su labor en la tienda en la que estaba “no tenía sentido”. “No hacía nada”. Además, asegura haber conocido a otro liberado que ni siquiera había trabajado en la empresa, y cuyo sueldo era pagado por Mercadona.
Las reuniones con Mercadona
En la misma línea, Andrea mantiene otra conversación por chat con otro delegado de Comisiones Obreras. En esa conversación, realiza la misma pregunta y, esta vez sí, esta persona responde que, con el visto bueno del liberado, “si sales cuando se hagan las votaciones te ponen de delegado”. Entonces, Andrea pregunta si el liberado sindical también es elegido por votación. “No va por votaciones”, responde el delegado. “A esos los sacan haciéndoles como un curso y si aprueban salen”.
A continuación, le pide que dé más detalles sobre esa formación que reciben los liberados sindicales: “Es parecido a uno de directivo, como un coordinador de planta (coordinador de tienda de Mercadona)”. Menos de un cuarto de hora después, ese delegado había borrado todos los mensajes del chat.
Respecto a UGT, Ángel insiste en que “ciertos compañeros” negaban casos de acoso laboral e incluso acoso sexual contra trabajadores y trabajadoras de la empresa. En algunos casos él mismo aportaba pruebas con “hechos concretos”, pero ni con esas lograba que el sindicato se movilizara.
En el otro extremo, también veía como, en los juicios, los representantes sindicales no siempre decían la verdad. “No era lo que yo pensaba”, asegura él, que acabó dejando su puesto cuando, además, comprobó que algunos puestos dentro del alto mando de la sección sindical habían sido creados “por y para la empresa”.
Una de las evidencias al respecto las encuentra en las reuniones mensuales a las que tenían que acudir los liberados junto con otros directivos -médicos, personal de recursos humanos y del departamento de laboral, cordinadores de tienda- para hablar del Modelo de Calidad Total.
En esas reuniones, se exponían casos prácticos de trabajadores para que todo el mundo diera su opinión, como el de una trabajadora con dos hijos que había solicitado el turno de mañana. “Evidentemente, ahí su opinión siempre era todo lo positivo hacia la empresa”. Es más, “a quién se salía del tiesto, delante de todo el mundo se le dejaba un poco en ridículo”. Por eso mismo, Ángel escuchó a más de una representante sindical dar la razón en la empresa en ese tipo de supuestos.
Al principio, los miembros del sindicato tenían que marcharse de la reunión en cierto punto. “No les interesaba que viésemos qué ocurría con los casos médicos, el acoso por parte de ellos que hacían con la gente que estaba de baja”. No obstante, en cierto momento, se dijo “que por qué los sindicatos se van a salir a mitad (de la reunión), que si son totalmente confiables, como el resto de trabajadores, tendrían que estar toda la reunión”. Ángel se ríe. Se disculpa: no puede evitarlo.
“Ciertos compañeros mentían en juicios”
De los más de 30 tabajadores entrevistados hasta ahora por Infobae España, solo uno ha reconocido que su experiencia con un sindicato mayoritario ha sido “mejor de lo que esperaba”. “Fui porque, ya que soy afiliado, creo que debería ir a aprovechar que tengo este servicio jurídico y la verdad es que me sorprendió gratamente. No me esperaba que me apoyaran tanto”.
Pero, incluso en este caso, este empleado reconoce que fue a hablar directamente con el sindicato y no con su delegada, de la que no se fiaba. “Ella fue a declarar a un juicio a favor de Mercadona. Con eso te lo digo todo”, pero añade: “Es muy amiga de mi coordinador (de tienda)”.
“Hay delegados muy buenos”, asegura Jesús sobre CCOO, “pero no presentan ningún tipo de informe ni piden nada, o sea, no hacen nada, no hablan con lo coordinadores para cambiar las cosas. Al final, ya te digo, no se les permite hacer nada”.
Tampoco permiten a otros sindicatos más pequeños tomar las riendas. En Galicia, por ejemplo, a pesar de que la CIG fue el sindicato más votado en la provincia de Pontevedra y entró en el comité de empresa, UGT y Comisiones los dejaron sin representación en Comités como el de Seguridad y Salud votándose entre sí en una votación posterior para obtener la mayoría absoluta. “Mercadona tiene comprados a comisiones y UGT. Entonces, el resto es el enemigo de Mercadona”, dice Marga.
“No sabes lo frustrante que es como trabajador que vive y que ve cosas realmente horribles”, termina diciendo Jesús. Los de Mercadona, para él, “son unos genios del marketing”. Respecto a UGT y CCOO, opina que “no son sindicatos ni son nada”.
“El sindicato funciona como una mafia”, describe Ángel. “Yo entiendo que (Mercadona) es una empresa muy grande y que la representación de los dos sindicatos grandes esté en ella es importante para ellos”, razona. “Yo, exactamente, el trato que tengan con Mercadona no lo sé, pero que hay un trato... Ya te digo que lo hay”.