Hace una semana un británico se llevó un gran susto. Una araña toro o araña de los alcornocales se había escapado de una caja de aceitunas, que cargaba en su camión desde España hasta Reno Unido. Este arácnido es el más grande Europa y habita en la Península Ibérica, concretamente, en el sur. De hecho, esta especie hallada en Gran Bretaña procedía de Córdoba. Cuenta con una apariencia escalofriante para aquellos que no sean amantes de este tipo de invertebrados y puede llegar a asustar a quien se cruce en su camino.
Su tamaño, comparado con otro tipo de arácnidos, también puede sorprender, ya que suele superar los siete centímetros de longitud, según indica Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco). Además, su naturaleza biológica resulta inconfundible: “Presenta dos apéndices posteriores y un color negro mate, aunque puede variar hacia tonalidades violetas-púrpuras”. A esto se suma su textura peluda en las extremidades, formada por diminutos pelos llamados setulas.
¿Dónde habita esta araña?
Aunque su hábitat se centra en el sur de la Península (España, Gibraltar y Portugal), también se encontraron algunos ejemplares en el norte de África. Según el Miteco, las regiones españolas en las que se concentra este arácnido son, principalmente, Cádiz, Badajoz, Alicante, Ciudad Real, Córdoba, Granada, Huelva, Jaén, Málaga y Sevilla.
De igual manera, no están dispersas por las ciudades ni es fácil encontrarlas. Suele vivir en distintos tipos de bosques y matorrales, próximas a alcornocales, quejigares y encinares. Además, se refugian bajo piedras o troncos, por lo que se dificulta aún más verlas. La araña toro parece preferir zonas templadas y con elevadas precipitaciones, siendo estas últimas las que más determinan su distribución. Es aquí donde también tejen sus telas a nivel del suelo.
Morder como defensa a las personas
Este arácnido, que puede causar terror en las personas, también lo hace en sus víctimas animales, ya que con sus quelíceros (piezas bucales) es capaz de inmovilizar a insectos. Y si la situación parece peligrosa para esta araña de grandes dimensiones, puede morder a quien se le ponga por delante para defenderse. La revista especializada en divulgación de la naturaleza, Waste Magazine, ha señalado en un artículo que la tarántula andaluza “no es venenosa, aunque como todos los arácnidos, su mordedura puede provocar molestias, que en el caso de esta araña llegan a ser muy dolorosas, con erupciones rojizas en la piel”.
Protegida por la ley
La araña negra de los alcornocales, conocida científicamente como macrothele calpeiana, está catalogada como amenazada de extinción. Desde el Miteco aseguran que el peligro al que se enfrenta este invertebrado es elevado: “Al ser una especie de gran tamaño, sospechamos que podría interesar a los aficionados para su cría en cautividad”.
Actualmente, esta especie se encuentra protegida en varios espacios naturales de Andalucía, aunque no en otras zonas en las que habita. El Miteco indica que este arácnido “es mucho más conocido y valorado por el conjunto de la sociedad, ya que hace unos años tan solo era conocido por algunos aracnólogos”. Debido a esto, el Ministerio propone que se incluya a la araña negra dentro de Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y así se proteja también en otras zonas en las que está presente.
