
Para Evaëlle, el “peor día de su vida” se desató cuando sus compañeros del colegio, tras la clase de gimnasia, le acusaron de robar un calcetín. Pascale, su profesora de francés, con el objetivo de calmar a la clase que no dejaba de señalar a la niña, la hizo salir a la pizarra. Con la pequeña al frente, pidió al resto de los alumnos que le explicaran a Evaëlle las razones detrás del conflicto permanente que tenían con ella. Y eso hicieron. Tras la retahíla, las lágrimas que brotaron de los ojos de la niña hicieron enfadar a la maestra, que le exigió que dejase de llorar.
La historia la cuenta su madre y la recoge la prensa francesa, porque meses después de este episodio, que solo es una muestra del acoso que sufría, la pequeña, de solo 11 años, se quitó la vida. Ocurrió en junio de 2019 en su casa en Herblay, cerca París. El caso conmovió a un país que ya no podía evitar mirar de frente la realidad de miles de menores que se quedan fuera del sistema de protección ante el acoso escolar. Porque, además, los padres de la niña habían denunciado el caso de bullying ante el equipo directivo del colegio, que se posicionó del lado de la maestra, a la que defendió en una carta.
Tras el suicidio, los padres de Evaëlle y la madre de otros dos alumnos denunciaron por acoso moral a Pascale, de 62 años, que negaba su responsabilidad y que se ha mantenido firme en su opinión durante el juicio que se ha celebrado esta semana y en el que la acusan de haber alimentado el hostigamiento de los niños hacia Evaëlle en el aula.
“Yo no humillé a Evaëlle”
Durante el interrogatorio, la profesora, que ha ejercido su profesión durante más de 50 años, negó las acusaciones. “Yo no humillé a Evaëlle”, dijo. Y respecto a su actitud frente a las burlas y malos tratos del resto de niños, aseguró que “no fue con el objetivo de ponerla en dificultades, sino para tratar de resolver este problema en la clase”. También restó importancia al episodio narrado al principio del artículo. “Tuve que decirle: ‘Deja de llorar’, una frase tonta. No quería que llorara, ese no era el problema”, admitió la profesora.
“Para una maestra que se supone que ha humillado a Evaëlle a diario, ninguno de los niños es capaz de dar un ejemplo de lo que la maestra le dijo”, argumentó su defensa, que pide la absolución. La abogada, Marie Roumiantseva, también destacó que la niña nunca había cuestionado a su maestra con los diversos terapeutas y profesionales que la rodeaban. En contraposición, en el mediático juicio también retumbaron las palabras de la abogada de la familia, que dijo que la menor “se vio sumida en una angustia extrema, en particular por el comportamiento” de su profesora y “perdió el equilibrio ante el acoso al que fue sometida”.
A la salida del juzgado, la madre declaró ante la prensa francesa que estaba conforme con cómo se había desarrollado el juicio con un fiscal “que ha entendido lo que pasó Evaëlle”, sin olvidar la actitud de la maestra: “Me parece muy vergonzoso que no haya tenido la más mínima palabra de empatía, es escalofriante”. Ahora, queda esperar al 10 abril, cuando el juez dictará sentencia.