
En varias países europeos ha surgido una tendencia que persigue el objetivo de repoblar las zonas rurales más deshabitadas: la venta de casas a 1 euro. Esta táctica surgió en Italia y rápidamente dio el salto a Francia o España, por ejemplo. Con una población cada vez más envejecida, muchos ayuntamientos buscan reactivar la economía de la región, por lo que ofrecen viviendas abandonadas o que han sido donadas a las arcas públicas. El precio es simbólico y la compensación para el municipio sería la reforma del inmueble, donde el comprador debería desembolsar una mayor cantidad de dinero.
Laurane y Jonathan Raimondo-Kienlen quisieron adquirir una de estas casas a un euro en la localidad francesa de Saint-Chamond, en Loira, donde ya se habían vendido otras diez viviendas con anterioridad. Según informa el medio francés Le Progrès, en 2020 se embarcaron en el proyecto y compraron un inmueble de 60 metros cuadrados y tres pisos con el objetivo de alquilarlo; para la reforma tuvieron que gastar casi 75.000 euros, ya que era necesario renovarla entera.
En un primer momento, la pareja de compradores se encontraba muy satisfecha con su inversión, puesto que no tuvieron ninguna complicación más allá de un deslizamiento de tierra provocado por unas fuertes lluvias. Sin embargo, en 2022, un problema de filtración de agua comenzó a dañar la propiedad. A medida que avanzaron los trabajos para intentar solucionarlo, descubrieron que el origen de la fuga se encontraba en la colina sobre la que se apoya parte de la casa, de la que fluye directamente el agua.
La situación a la que se enfrentan Laurane y Jonathan es compleja, puesto que las obras necesarias ascienden a 25.000 euros y una orden judicial les obliga a realizarlas antes del 16 de abril. De lo contrario, su alojamiento podría ser declarado insalubre, por lo que deberían realojar a los inquilinos que tienen alquilada la propiedad.
Acciones legales contra el ayuntamiento
Los compradores de la casa por 1 euro han considerado la posibilidad de emprender acciones legales contra el municipio de Saint-Chamond por “vicio oculto”: el ayuntamiento se niega a hacerse cargo del importe de la obra y la pareja señala que se habría ocultado este problema. Sin embargo, desde el pueblo encargado de la venta de estos inmuebles señalan que las escrituras son claras: “El comprador recibe la propiedad en el estado en que se encuentra, sin posibilidad de recurso contra el vendedor por ningún motivo”.

Consultada por el medio francés citado anteriormente, la abogada especializada en derecho inmobiliario Me Ganaëlle Soussens, explica que “en presencia de una cláusula de exención de responsabilidad, debe ser posible demostrar que el municipio conocía el problema antes de la venta y trató de ocultarlo”. Sin embargo, los propios compradores admitieron que el municipio nunca había alquilado la vivienda, por lo que “nunca pudo ser informado de posible problemas de infiltración”.
Por el momento, Laurane y Jonathan no pierden la esperanza de ser indemnizados al menos parcialmente, puesto que señalan que el municipio debería encargarse de proteger las viviendas de los riesgos naturales. Pese a su mala experiencia con esta iniciativa que se está extendiendo por cada vez más municipios europeos, son muchas las personas que han encontrado en la oferta de viviendas por un euro una manera de conectar con las zonas rurales y poder invertir en la casa de sus sueños.