Viajar en metro, las altas temperaturas o la práctica de deporte son solo algunas de las razones por las que muchas personas sienten la necesidad de ducharse varias veces al día. El sudor, el contacto con superficies públicas y la sensación de incomodidad pueden llevar a aumentar la frecuencia del aseo. En verano, el calor y la humedad intensifican esta necesidad, mientras que después del ejercicio es habitual buscar una ducha para eliminar la transpiración y recuperar la sensación de frescura. Con todo ello, hay quienes llegar a ducharse incluso tres veces al día con el objetivo de preservar su higiene personal.
Sin embargo, esto no es una decisión recomendada, ya que un exceso de duchas puede generar problemas de salud cutánea, y los especialistas aconsejan mantener una rutina moderada, adaptada a las necesidades individuales de cada persona y considerando factores como el clima y las actividades diarias.
Cómo puede afectar a tu piel ducharte más de una vez al día
La frecuencia con la que una persona se ducha puede tener un impacto directo en la salud de su piel. Según diversos expertos en dermatología, el hábito de ducharse más de una vez al día, especialmente con agua caliente y jabones agresivos, puede alterar el equilibrio natural de la barrera cutánea, aumentando el riesgo de sequedad, irritación e incluso enfermedades dermatológicas.
La Academia Estadounidense de Dermatología (AAD) señala que la piel está protegida por una capa de aceites naturales y microorganismos beneficiosos que ayudan a mantener su hidratación y a prevenir infecciones. Sin embargo, el exceso de higiene puede eliminar estos componentes esenciales, favoreciendo la aparición de dermatitis atópica y debilitando el microbioma cutáneo, un conjunto de bacterias que actúan como defensa frente a agentes externos.
El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS) también alerta sobre los efectos negativos de las duchas frecuentes, especialmente en personas con afecciones como eccema o psoriasis. La exposición continua al agua caliente y a productos con fragancias o químicos agresivos puede agravar la inflamación y el picor.
Cuánto tiempo tiene que durar una ducha
El portal especializado en medicina Mayo Clinic recomienda optar por la ducha en lugar del baño, ya que este último puede prolongar la exposición al agua y aumentar la sequedad de la piel. Además, aconseja que las duchas sean breves, de entre 5 y 10 minutos, y con agua tibia en lugar de caliente para minimizar su impacto en la barrera cutánea. También sugieren el uso de jabones suaves y la aplicación de crema hidratante inmediatamente después de secarse para ayudar a restaurar la protección natural de la piel.
En este sentido, para mantener una buena higiene sin dañar la piel, los expertos recomiendan algunas alternativas. El uso de toallitas húmedas sin alcohol ni fragancias permite limpiar zonas clave como axilas, cuello y pies sin eliminar los aceites naturales. También es útil lavar solo áreas específicas con agua tibia y un jabón suave.
Por otro lado, vestir ropa limpia y transpirable ayuda a reducir la acumulación de sudor y bacterias. Además, aplicar desodorante sin alcohol y mantener una hidratación adecuada contribuye a la sensación de frescura.
