Santa Bárbara, el fabricante de blindados que Aznar vendió por 5 millones y que ahora el Gobierno quiere recuperar de la mano de Indra

El nuevo presidente de la tecnológica española ha asegurado que la compañía planea comprar la otrora empresa pública de armamento. Su actual dueño es el gigante estadounidense General Dynamics

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Vehículo de combate sobre ruedas
Vehículo de combate sobre ruedas 8x8 Dragón (Ejército de Tierra)

Tras apuntalar su negocio en el sector satelital a principios de este año, con la compra de Hispasat e Hisdesat, y señalar que quiere incrementar su accionariado en el fabricante de motores aeronáuticos ITP Aero, ahora Indra busca convertirse en la empresa referente en España para la construcción de blindados militares. Así lo ha confirmado el nuevo presidente de la compañía, Ángel Escribano, quien ha asegurado que entre los planes de la compañía se encuentran adquirir Santa Bárbara Sistemas (SBS), la otrora constructora pública de vehículos de combate y que fue privatizada a principios de este siglo.

“Creo que Indra sería el tractor correcto para traccionar esa industria. Lo que sí pueden tener claro es que Indra va a tener esa industria”, ha subrayado Escribano este semana en una entrevista con La Nueva España. Desde hace meses que la posibilidad de que la tecnológica española se hiciera con el fabricante de blindados está sobre la mesa, especialmente ante el malestar del Gobierno y, en específico, del Ministerio de Defensa por los serios retrasos e incumplimientos que arrastra el proyecto del nuevo vehículo de combate sobre ruedas del Ejército de Tierra, el 8x8 Dragón.

Para poner orden en el que es el mayor programa de armamento de la fuerza terrestre, el pasado octubre, Indra incrementó -con Marc Murtra aún como presidente y con el respaldado de La Moncloa- hasta el 51% su participación accionaria en Tess Defence, la empresa responsable de desarrollar el Dragón, al comprarle parte de sus acciones a las otras tres firmas que componen el consorcio: Sapa, Escribano y, justamente, SBS. Previamente, en junio, la propia secretaria de Defensa, Amparo Valcarce, había demandado “una gobernanza robusta” que permitiera a Tess entregar en tiempo y forma con las unidades comprometidas.

Sin embargo, después de que el Ejército no recibiera ninguno de los 92 vehículos previstos en 2024 y ante la proliferación de voces que ya califican al proyecto como un fracaso, el regreso de Santa Bárbara al entramado de empresas semipúblicas del sector de defensa ha vuelto a cobrar fuerza. No obstante, esta posibilidad no pretende solo salvar uno de los programas más importantes impulsados por el departamento de Margarita Robles sino que también responde al deseo del Gobierno de que Indra se convierta en “el campeón nacional” de la industria militar.

En manos estadounidenses

En la actualidad, Santa Bárbara Sistemas es propiedad, desde 2001, del gigante armamentístico General Dynamics, quinta mayor empresa militar por ingresos del mundo. Aquel año, el gobierno del Partido Popular, presidido por José María Aznar, la vendió a la compañía estadounidense por 831,9 millones de pesetas, transacción que la Sepi valora a día de hoy en cinco millones de euros, con el objetivo de mejorar su competitividad. SBS posee dos plantas: una en Trubia (Asturias) y otra en Alcalá de Guadaíra (Sevilla).

El Ministerio de Defensa destinará algo más de 208 millones de euros en un contrato para mantener en buenas condiciones y actualizar los carros de combate Leopard 2E

La venta se concretó dos años después de que España acordara con el fabricante de tanques alemán KMW la compra de 219 carros de combate Leopard 2E, los cuales serían fabricados en las instalaciones sevillanas de SBS y cuyas primeras unidades fueron entregadas en 2006. No pocos fueron los que vieron en el repentino interés de General Dynamics por la empresa española un movimiento para hacer con los secretos del vehículo germano, principal rival en el mercado internacional de su sistema Abrams.

Actualmente, más allá del 8x8 Dragón, SBS está involucrada -encuadrada en Tess- en otro importante proyecto de Defensa: los 394 nuevos vehículos de apoyo de cadenas (VAC) del Ejército de Tierra, para los que la cartera de Robles planea destinar 1.950 millones de euros. De igual manera, a principios de febrero, la empresa concluyó la entrega de los 36 ejemplares del Castor, el primer vehículo de combate de zapadores e ingenieros de diseño 100% español. A su vez, entre 2003 y 2017, suministró 227 vehículos de infantería Pizarro, un desarrollo conjunto entre España y Austria.