
La presencia femenina en la Carrera Judicial ha aumentado en los últimos años y ya se sitúa por encima del 56%, pero siguen existiendo barreras estructurales y culturales en la judicatura que limitan el acceso de las mujeres a los altos cargos. Así lo refleja un estudio del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) publicado este lunes, que indica que a pesar de que las mujeres son más de la mitad en la Carrera Judicial, los cargos discrecionales están masculinizados y las mujeres solo representan el 24,4% de estos puestos.
El informe, titulado Causas de la baja participación de las mujeres en los cargos de nombramiento discrecional de la judicatura y elaborado por la Comisión de Igualdad del Poder Judicial, indica que las principales barreras externas son el diseño del sistema de selección, la cultura organizacional masculina y la falta de redes formales para mujeres, mientras que las barreras internas incluyen “el síndrome de la impostora y las autoexclusiones por desconfianza en el sistema”. Este síndrome se manifiesta con mayor frecuencia en mujeres debido a una herencia histórica y social cargada de expectativas y estereotipos, pero aún así, el 72% de las encuestadas considera que tiene capacidad para desempeñar un cargo discrecional.
Por otro lado, el 65% de las encuestadas coincide en que las principales barreras con las que topan las mujeres para acceder a esos puestos son la sobrecarga de trabajo, tanto en el órgano en el que están destinadas como la que supondría ser nombrada para ocupar un cargo, y las dificultades para conciliar vida personal y profesional.
En las fechas de elaboración del estudio, entre diciembre de 2023 y septiembre de 2024, el 74% de las encuestadas son madres y, de ellas, “casi la mitad (49%) tiene hijos menores de 12 años, un tercio asume tareas de cuidado de mayores y sólo el 14% realiza actividades compatibles con la Carrera Judicial que pueden ser útiles de cara a una futura promoción”. Para más del 60% de las encuestadas, las dificultades en la conciliación influyen significativamente en sus posibilidades de alcanzar puestos de responsabilidad.

No reciben el mismo trato que los hombres
Tres de cada cuatro juezas y magistradas también han sentido que no siempre reciben el mismo trato que sus compañeros varones y algo más de la mitad, un 55%, opina que hay discriminación hacia las mujeres en la Carrera Judicial. El porcentaje aumenta hasta el 72,3% cuando se pregunta si el sistema de selección para ocupar cargos discrecionales es discriminatorio. Para el 97% de las encuestadas, los factores determinantes para acceder a esos puestos no son el mérito y la capacidad, sino las relaciones informales que tengan los y las candidatas.
La encuesta también señala que casi 7 de cada 10 juezas y magistradas están de acuerdo con que “las mujeres en puestos de poder son más criticadas que los hombres”.
El informe también indica que lo que más motiva a juezas y magistradas a presentarse a cargos de nombramiento discrecional son la posibilidad de mejorar el sistema judicial, el aprendizaje y el apoyo de sus colegas, mientras que en menor medida les atraen las representaciones institucionales y las recompensas económicas.
Propuestas para una mayor igualdad
Con el objetivo de alcanzar la igualdad, el estudio del CGPJ propone reformar el sistema de selección para garantizar transparencia y objetividad en los méritos ligados al desempeño, además de implementar medidas de conciliación más eficaces para superar las desigualdades estructurales. También apuesta por promover el liderazgo femenino mediante mentoría, visibilización de referentes y fortalecimiento de redes de mujeres.
Cabe recordar que en España no fue hasta 1966 cuando se permitió el acceso de las mujeres a la carrera judicial y fiscal.