
Una investigación liderada por la Universidad de Cambridge (Reino Unido) ha descubierto que la aspirina podría reducir la metástasis de algunos tipos de cáncer mediante la estimulación del sistema inmunológico. Este hallazgo podría contribuir al desarrollo de nuevos fármacos más eficaces contra la propagación de los tumores.
El estudio, que ha sido publicado en la revista Nature, indica que descubrir el mecanismo respaldará los ensayos clínicos en curso y podría conducir al uso específico de la aspirina para prevenir la propagación de tipos susceptibles de cáncer y al desarrollo de medicamentos más efectivos para prevenir la metástasis del cáncer.
La metástasis se produce normalmente en los mismos lugares del cuerpo: pulmón, cerebro, hígado y hueso. El mayor obstáculo para el desarrollo de tratamientos concretos para estos cánceres tan agresivos es que la metástasis sigue siendo, en buena medida, una gran desconocida. El proceso que sufre una célula tumoral primaria para convertirse en una célula metastásica sigue siendo un misterio. Es más, tampoco se sabe si todas las metástasis funcionan de la misma manera.
Por otra parte, los científicos advierten que la aspirina puede tener efectos secundarios graves en algunas personas y se están realizando ensayos clínicos para determinar cómo usarla de manera segura y efectiva para prevenir la propagación del cáncer.
Estudios realizados en pacientes con cáncer han demostrado que quienes toman aspirina a diario en dosis bajas tienen una reducción en la propagación de algunos tipos de cáncer, como el de mama, de intestino y de próstata, lo que ha dado lugar a ensayos clínicos en curso. Sin embargo, hasta ahora no se sabía exactamente cómo la aspirina podía prevenir las metástasis.
Una serendipia científica

En este estudio, los científicos dicen que su descubrimiento de cómo la aspirina reduce la metástasis del cáncer fue fortuito. Estaban investigando el proceso de metástasis, porque, aunque el cáncer comienza en un lugar, el 90% de las muertes por cáncer ocurren cuando el cáncer se propaga a otras partes del cuerpo.
Los científicos querían entender mejor cómo responde el sistema inmunológico a la metástasis, porque cuando las células cancerosas individuales se separan del tumor de origen y se propagan a otra parte del cuerpo son especialmente vulnerables al ataque inmunológico. El sistema inmunológico puede reconocer y matar estas células cancerosas solitarias con mayor eficacia que las células cancerosas dentro de tumores de origen más grandes, que a menudo han desarrollado un entorno que suprime el sistema inmunológico.
Los investigadores analizaron previamente 810 genes en ratones y descubrieron 15 que tenían un efecto sobre la metástasis del cáncer. En particular, descubrieron que los ratones que carecían de un gen que produce una proteína llamada ARHGEF1 presentaban menos metástasis de varios cánceres primarios en los pulmones y el hígado. Los investigadores determinaron que ARHGEF1 suprime un tipo de célula inmune llamada célula T, que puede reconocer y matar células cancerosas metastásicas.
Para desarrollar tratamientos que aprovecharan este descubrimiento, necesitaban encontrar una forma de que los medicamentos actuaran sobre él. Los científicos rastrearon señales en la célula para determinar que ARHGEF1 se activa cuando las células T se exponen a un factor de coagulación llamado tromboxano A2 (TXA2). Esta fue una revelación inesperada para los científicos, porque el TXA2 ya es bien conocido y está vinculado al funcionamiento de la aspirina.
El TXA2 es producido por las plaquetas, una célula del torrente sanguíneo que ayuda a la coagulación de la sangre, evitando que las heridas sangren, pero que ocasionalmente causa ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. La aspirina reduce la producción de TXA2, lo que genera efectos anticoagulantes, que son la base de su capacidad para prevenir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
Esta nueva investigación descubrió que la aspirina previene la propagación de los cánceres al disminuir el TXA2 y liberar a las células T de la supresión. Utilizaron un modelo de ratón de melanoma para demostrar que en los ratones a los que se les administró aspirina, la frecuencia de metástasis se redujo en comparación con los ratones de control, y esto dependía de la liberación de las células T de la supresión por el TXA2.
Los investigadores destacan que la aspirina, u otros medicamentos que podrían apuntar a esta vía, tienen el potencial de ser menos costosos que las terapias basadas en anticuerpos y, por lo tanto, más accesibles a nivel mundial". En el futuro, los investigadores planean ayudar a traducir su trabajo a una posible práctica clínica colaborando con la profesora Ruth Langley, de la Unidad de Ensayos Clínicos del MRC en el University College de Londres, que dirige el ensayo clínico Add-Aspirin, para averiguar si la aspirina puede detener o retrasar la reaparición de cánceres en etapa temprana.
*Con información de Europa Press