El debate sobre la presencia de perros en restaurantes no es nuevo y sigue generando opiniones divididas. En algunas ciudades europeas, como París o Berlín, es común ver a clientes acompañados de sus mascotas en cafeterías y restaurantes sin que esto genere mayores inconvenientes. En España, aunque la decisión recae en los propietarios de cada local, no todos los clientes se muestran conformes con esta posibilidad.
En diciembre de 2022, el real Decreto 1021/2022 confirmó el derecho de los hosteleros a permitir o no la entrada de mascotas en sus locales de todo el país. Algo con que los clientes con perros aprecian bastante, pero a los que no les gusta, padecen alguna alergia o simplemente quieren comer tranquilos, puede no ser tan beneficioso.
Precisamente es lo que le ha pasado a un cliente del restaurante Ornella de Madrid, quien lo ha hecho saber a los dueños del establecimiento su descontento con esta permisiva a través de una reseña. “Impensable comer en un lugar donde los animales (perros) están pegados a las mesas de otros comensales y el personal del local les acarician y sin lavarse las manos sirven la comida a otras mesas”, denunció el comensal.
“No perdamos el norte con los animales, los cuales gozan de todos los derechos, pero por favor no los pongamos al mismo nivel que los seres humanos. ¡No mascotas en restaurantes! Estamos perdiendo el Norte”, añadió.
Respuesta del restaurante
No obstante, el dueño, Enrique Bosco, que no estaban de acuerdo con las exigencias del cliente, contestó al comentario con una respuesta contundente, confiada y con cierto sentido del humor: “Nos imaginamos la escena. Perros dirigiendo el restaurante, camareros acariciando sin control, comida volando por los aires…”.
“Lamentablemente, la realidad es mucho más aburrida: en nuestro restaurante los camareros no pueden tocar animales y cumplimos con todas las normativas de higiene (se lavan las manos constantemente en el turno de trabajo”, asegura.
“No estamos diciendo que tenga una imaginación muy creativa ni muchos menos, pero sí que si lo hicieron ni es lo correcto ni lo permitimos. Y espero que pueda disculparnos”, indica el restaurante.
“Si en el futuro decide darnos otra oportunidad, le garantizamos que la única mano que tocará su comida será la del chef… y si ve un perro cocinando avísenos porque eso sí nos preocuparía”, concluye el dueño.
Restaurantes pet-friendly
Para algunos, permitir la entrada de animales es una forma de adaptar los espacios a las necesidades de los dueños de mascotas, mientras que otros consideran que su presencia puede afectar la higiene y el confort de quienes prefieren disfrutar de su comida sin animales cerca.
El caso de Ornella es solo un ejemplo de cómo este debate continúa abierto. Mientras tanto, los clientes que prefieran locales pet-friendly pueden seguir acudiendo a aquellos que permiten la entrada de mascotas, mientras que quienes prefieren evitar la presencia de animales pueden optar por establecimientos que no los admitan. La elección, en última instancia, queda en manos de los hosteleros y de los consumidores.
Para saber si un establecimiento es pet-friendly, hay colocada en los escaparates de cada local una pegatina que indica si se permite el acceso con mascotas.
