Cómo Juan Carlos I y Froilán sortean el Ramadán en Abu Dabi: sus estrategias para vivir en el país árabe

El hijo de la infanta Elena está viviendo su tercer Ramadán, una de las tradiciones más importantes de la religión islámica

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El Rey Juan Carlos y
El Rey Juan Carlos y Froilán de Marichalar en junio de 2023, en Ginebra, Suiza. (Raúl Terrel / Europa Press)

Froilán vive más que feliz en Abu Dabi desde hace más de dos años, un país que le ha cogido con las puertas abiertas y que no solo se ha convertido en su hogar, también es donde ha podido desarrollar una carrera profesional y seguir formándose. Sin embargo, como el principal atractivo que este destino tiene para Froilán, hijo de la infanta Elena, es que puede vivir alejado del foco público, ya que en España todo lo que hacía era mirado con lupa, especialmente teniendo en cuenta que ha sido un personaje polémico desde que era niño.

Y aunque podría haber elegido cualquier destino del mundo para vivir, Abu Dabi tiene el atractivo de que es también el país de residencia de uno de sus familiares más queridos, el rey Juan Carlos, su abuelo. Es de sobra conocido que hacen planes juntos, como asistir al último concierto de Jennifer López. Además de compartir cenas o escapadas, allí también tiene amigos y se ha conseguido adaptar a la perfección a las costumbres y a la rutina del país árabe. Hace unos días se conocía que el joven está ‘respetando’ el Ramadán, una de las tradiciones más importantes de la religión islámica. Según la información que se desvelaba en el programa Todo es mentira, el sobrino de Felipe VI está respetando esta creencia religiosa que conlleva un periodo de ayuno durante un mes en el que no se puede comer ni beber durante las horas del sol.

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El Rey Juan Carlos, la Infanta Elena y Froilán, juntos en Abu Dabi en 2023. Fotografía de archivo (EUROPA PRESS)

Y aunque él sí digiere agua y alimentos en estas horas, ha logrado pasar desapercibido para no ofender a nadie. Así lo desvela Vanitatis, que desvela cómo han sabido adaptarse tanto Froilán como el rey emérito Juan Carlos. De los dos, el joven es quizás quien lo tiene más complicado, ya que va a trabajar a una oficina y no tiene opción de comer en la intimidad de su hogar. En ese sentido, el medio desvela que durante este mes Froilán ha optado por no llevarse el tupper para no incomodar a quienes no toman ni agua durante el Ramadán. De manera normal, el hijo de la infanta Elena sí se lleva la comida hecha de casa para calentarla y tomarla junto a sus compañeros.

El citado medio añade también que Froilán, además de no comer delante de sus compañeros de trabajo, también intenta beber agua lejos de sus miradas para ser lo más respetuoso posible. Tampoco fumaría delante de ellos, pues es una acción que tampoco se hace en el Ramadán. Algo que también habría modificado para adaptarse sería reducir sus salidas nocturnas en este mes. Y es que si bien los negocios de noche siguen abiertos, la actividad durante el Ramadán es menor incluso en los lugares internacionales, donde casi todos los presentes son extranjeros.

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Algo que puede ayudar mucho a abuelo y nieto es rodearse durante estas semanas de otros extranjeros, que como ellos, no siguen el ayuno y pueden desayunar y almorzar. Para el Rey Juan Carlos, es todo mucho más fácil dado que no tiene que trabajar en ninguna oficina y su círculo está formado principalmente por personas extranjeras como él. Su concesión durante el Ramadán es limitar las salidas a restaurantes y hoteles internacionales. Vanitatis añade que Juan Carlos I, durante estos días, ha reducido sus asistencias a las cenas y comidas fuera de casa. Todas las reuniones a las que acude tienen lugar o en su propio hogar o en el de algún amigo. Todo esto se mantendrá así hasta el próximo 30 de marzo, cuando termine el mes del ayuno árabe.