
Viajar a otro país implica adaptarse a normas y regulaciones que pueden diferir significativamente de las del país de origen, y desconocerlas puede derivar en multas inesperadas. Desde el uso indebido del transporte público y la violación de normas de tráfico hasta restricciones aduaneras o regulaciones sobre el comportamiento en espacios públicos, cada destino tiene reglas específicas que los turistas deben cumplir. No obstante, como visitante, también es habitual confiar en los consejos y recomendaciones de los locales y, especialmente, en las indicaciones de los trabajadores que atienden al público. Algo que hizo Pablo Ordorica, pero en su caso, terminó causándole un problema aún mayor.
Ordorica es un reconocido creador de contenido en redes sociales y profesional del marketing deportivo de Movistar Team. El responsable de comunicación ha protagonizado una insólita anécdota en Suiza, uno de los países más recurrentes para encontrar trabajo, que se ha vuelto viral en su cuenta de TikTok con más 163 mil reproducciones. Y es que el influencer publicó un video después de recibir una multa de 119 francos suizos, que son aproximadamente 124 euros.
El español a penas llevaba “20 minutos en el país” cuando un interventor le tomó los datos para ponerle la multa por adelantarse en su hora de embarque al tren: “Hay gente que suma muchísimo en la vida y gente que resta”, ha sido una de sus primeras reacciones al ver el papel. El creador de contenido se dirigía a “Friedrichshafen, Alemania” para ver a Liane Lippert, su pareja que es una ciclista alemana profesional. Para llegar hasta ella ha optado por la opción más rápida: “Volando hasta Zurich, cogiendo un tren y un barco”. No obstante, esta maniobra va a costarle 120 euros más de lo previsto
“El billete que has sacado tiene un gap de tiempo”
Normalmente, el asturiano espera a que Liane le saque el billete que junta el viaje “de tren y barco porque es más fácil a través de la aplicación que tienen ellos”. El momento de tensión llegó cuando llegó una hora antes a Zurich, su primera parada en el trayecto a Friedrichshafen. “Había un tren que salía desde Zúrich hasta Roma a las 11:16 y otro a las 10:16″, por lo que, a pesar de que había comprado el primero, llegaba de sobra para coger el segundo. De esta manera, el responsable de comunicación del Movistar Team “fui a hablar con un revisor que había en la propia estación”. En su conversación, el trabajador de la estación le comentó que podía cogerlo porque “el billete que has sacado tiene un gap de tiempo. Es decir, lo puedes usar en las 24 horas o algo así para hacer el trayecto acordado”, explica.

“Y así lo hice”, confirma ante la cámara. El asturiano se subió al tren que salía una hora ates, pero que hacía el mismo trayecto. Cuando pasó el revisor le pidió el billete y “sin ningún tipo de miedo ni sin ningún tipo de problema” se lo entregó para que hiciera su trabajo. No obstante, “Felipín”, como lo ha llamado a modo de broma, “me empezó a decir que este no era mi tren”, asegura. Seguidamente, le dijo que su “tren era el de las 11:16 y que había que respetar los horarios y más cuando no estás en tu país". Pablo ha asegurado que esta es una práctica que ha hecho en otras ocasiones sin problemas y también ha admitido que normalmente los trabajadores son muy amables, pero “no era para nada empático”. Además, una vez “vio que solo podía hablar inglés o español, pues tampoco hizo un esfuerzo muy grande porque se le entendiera en su inglés”, aun cuando “aquí la gente tiene muchísimo nivel”, reconoce.
Después de intentar hacerse entender, el revisor le pidió “el DNI o pasaporte y yo pensaba que era para comprobar que el billete que es nominal coincidiera”, confiesa Ordorica. No obstante, el trabajador comenzó “a rellenar papeles y a escribir” de la nada; por lo que Pablo le preguntó: “¿Hay algún problema?”. El suizo le estaba multando “porque no estás en tu tren y tenías que haber cogido el de una hora más tarde. Los horarios están para respetarlos”, le vuelve a repetir el interventor. Ante su crítica, el español aprovechó para explicarle que no era la primera vez y que su compañero de la estación le había dado el visto bueno, pero “no me vale de nada. Si quieres puedes ir a reclamar”, le comentó “en un tono súper chulo y despectivo” el empleado.
Sin haber podido evitar su sanción, Pablo ha querido compartir su anécdota “porque muchas veces se ha hablado de lo de las multas que ponen aquí en los trenes, hasta cuando vas con un billete que has pagado. Si quieren te multan”, afirma. Lo único que tenía en mente en ese momento era ganar una hora para aprovechar los tres días en Alemania con Liane. “La broma me va a salir cara”, ha concluido Ordorica.