Estas son las cinco cosas que nunca deberías hacer al utilizar el horno

Un mal uso de este electrodoméstico no solo afecta a la calidad de los alimentos, sino que también puede poner en riesgo la seguridad

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Cocina con horno (Imagen Ilustrativa
Cocina con horno (Imagen Ilustrativa Infobae)

El horno es un electrodoméstico fundamental en la cocina, utilizado para la preparación de una amplia variedad de platos, que van desde recetas tradicionales hasta opciones más modernas y rompedoras. Su capacidad para cocinar de manera uniforme y mantener los sabores lo convierte en una herramienta clave tanto para el uso diario como para ocasiones especiales.

Sin embargo, para garantizar su buen funcionamiento y prolongar su vida útil, es necesario seguir ciertas recomendaciones de uso y mantenimiento. Estas medidas no solo evitan alteraciones en el sabor de los alimentos, sino que también contribuyen a optimizar su rendimiento y eficiencia en la cocina.

(Imagen Ilustrativa Infobae)
(Imagen Ilustrativa Infobae)

Qué es lo que nunca debes hacer al utilizar el horno

Una mala utilización del horno no solo afecta a la calidad de las recetas, sino que también incrementa el consumo de energía e incluso representa un riesgo para la seguridad. Para evitar estos problemas, es importante conocer qué es lo que nunca debemos hacer.

Uno de los fallos más habituales es no precalentar el horno antes de introducir los alimentos. Este paso es clave para garantizar una cocción uniforme y evitar que preparaciones como pasteles o carnes queden crudas o desiguales. La mayoría de las recetas recomiendan precalentar el horno entre 10 y 15 minutos antes de su uso.

Abrir la puerta constantemente es otro error frecuente. Cada vez que esto ocurre, el calor se escapa y la temperatura interna desciende, lo que puede provocar una cocción irregular. En productos como los postres, este cambio brusco de temperatura puede impedir que suban correctamente. Para evitarlo, se recomienda revisar la cocción a través del cristal y abrir la puerta solo cuando sea imprescindible.

El uso de recipientes inadecuados también afecta el resultado final de la cocción. Los materiales como el vidrio y la cerámica retienen mejor el calor, mientras que los metálicos lo transmiten más rápido. Además, no todos los plásticos son aptos para horno, por lo que es fundamental emplear utensilios resistentes a altas temperaturas para evitar accidentes.

Otro error común es descuidar la limpieza del horno. La acumulación de grasa y restos de comida puede generar humo, malos olores y alterar el sabor de los alimentos. Además, la suciedad acumulada puede convertirse en un riesgo de incendio. Para evitarlo, se recomienda limpiar el horno después de cada uso ligero y realizar una limpieza profunda al menos una vez al mes.

Por último, la ubicación de los alimentos dentro del horno influye en su cocción. La parte central es ideal para preparaciones que requieren un dorado uniforme, como pasteles o pizzas, mientras que los asados suelen colocarse en la parte inferior para garantizar una mejor cocción. Conocer las características del horno y seguir estas recomendaciones puede marcar la diferencia en el resultado final.

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Qué debes tener en cuenta al utilizar el horno

Para evitar que la grasa caiga sobre las resistencias y genere humo, es recomendable utilizar papel de aluminio o bandejas recolectoras. Además, apagar el horno unos minutos antes de que la comida esté completamente cocida permite aprovechar el calor residual y reducir el consumo de energía.

Por otro lado, es importante evitar cocinar varios platos al mismo tiempo si no es imprescindible, ya que esto puede afectar la circulación del calor y alterar el resultado final de la cocción.