Cuáles son las opciones de España para aumentar el presupuesto en Defensa

Entre las opciones más ‘dolorosas’, se encuentran subir impuestos o recortar de algunas partidas sociales; y entre las menos, acordar con Europa algún mecanismo de financiación

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El presidente del Gobierno, Pedro
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Defensa, Margarita Robles. (Eduardo Parra/Europa Press)

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció el pasado jueves que España aumentará su gasto en Defensa hasta el 2% del PIB antes de 2029, en consonancia con el resto de países de la Unión Europea. Se trata de un asunto que crea división incluso dentro de la coalición del Ejecutivo, pero que tiene que ser abordado cuanto antes debido al contexto geopolítico provocado por la victoria de Donald Trump y su acercamiento a Rusia.

Por el momento, el Gobierno y la oposición están obligados a debatir sobre cómo aumentar el gasto de esta partida. Para ello, el próximo jueves el líder del Ejecutivo afrontará una ronda de reuniones con el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, y el resto de fuerzas parlamentarias, a excepción de Vox, para informarles sobre las novedades de la guerra de Ucrania y este último compromiso adquirido. En este sentido, aunque Feijóo ha pedido un informe detallado de los asuntos a tratar y no quiere que Sánchez “despache en 20 minutos” asuntos de tanta trascendencia, no se espera un rechazo frontal de los populares al incremento del gasto.

La oposición más dura al PSOE en esta materia parte de Podemos —que llegó a referirse a los socialistas como el “partido de la guerra”— y también del socio minoritario de coalición, Izquierda Unida, que ya ha anticipado que trasladará su rechazo. “No viene a cuento este incremento del gasto”, dijo este viernes su portavoz parlamentario, Enrique Santiago, que considera que todas las fuerzas que integran Sumar van a estar de acuerdo en rechazar la medida.

Desde Sumar proponen que la UE constituya una nueva financiación comunitaria del gasto militar “fiscalizada democráticamente”, pero rechazan la vía de “multiplicar” los gastos de cada Estado miembro, de forma “fragmentada y sin coordinación”, según indicaron fuentes de la coalición. Sin embargo, en el ala socialista se muestran convencidos de que pueden atraer a los de Yolanda Díaz y apelan a la “responsabilidad” para afrontar la situación actual.

El Gobierno debería aumentar el gasto en defensa hasta el 1,39% del PIB este año

A falta de los datos oficiales del Gobierno, según las estimaciones de la OTAN, entre 2014 y 2024, España aumentó su presupuesto en Defensa en 10.215 millones de euros, pasando de 9.508 millones a 19.723 millones, lo que supone un crecimiento del 107%, que refleja un esfuerzo significativo en términos presupuestarios. Sin embargo, el impacto de este aumento es menos evidente debido al crecimiento económico del país durante ese período. En relación con el PIB, el gasto en Defensa solo aumentó en 0,36 puntos porcentuales, pasando del 0,92% al 1,28%. Con todo ello, España sigue siendo de los países de la Alianza que menos invierten en Defensa.

Según un análisis del Real Instituto Elcano, para seguir avanzando gradualmente hacia el objetivo acordado del 2% —que significa pasar a destinar más de 30.000 millones en menos de cuatro años—, el Gobierno debería aumentar el gasto en Defensa hasta el 1,39% del PIB en 2025, lo que implicaría un incremento desde los 19.723 millones de euros en 2024 a 21.564 millones. Desde el centro de investigaciones también apuntan que si, como se espera, España mantiene sus compromisos, también sería fundamental mejorar la eficiencia del gasto y garantizar que la contribución de los países aliados no se mida únicamente en función del porcentaje del PIB, sino por las capacidades militares reales que esos recursos aportan a la OTAN. ¿Qué otras opciones tiene España?

Sánchez, dispuesto a que España llegue al 2% del gasto en Defensa antes de 2029.

¿De dónde puede sacar España el dinero?

Por un lado, una de las posibilidades del Gobierno es la reasignación presupuestaria. Esto consistiría en redistribuir fondos de otras partidas del presupuesto nacional hacia Defensa, lo que podría implicar recortes en áreas como sanidad, educación o servicios sociales. En este sentido, el Ejecutivo se enfrenta a una circunstancia añadida que puede complicar estos planes, la ausencia de nuevos Presupuestos Generales del Estado por la falta de mayoría parlamentaria para sacarlos adelante. Sin embargo, en Moncloa confían en poder cumplir estos compromisos, aunque no consigan aprobar Cuentas Generales en 2025 y sigan gobernando con el presupuesto de 2023 prorrogado.

Los fondos europeos pueden ser otra manera de aumentar el dinero destinado a Defensa. Y es que España podría beneficiarse de iniciativas de la UE como la que propuso la Comisión la semana pasada, que consiste en la creación de un fondo de 150.000 millones de euros financiado mediante deuda conjunta, destinado a reforzar la Defensa en el continente. El Gobierno español valoró positivamente esta medida, aunque la consideró insuficiente. Por ello, insiste en que, además de los préstamos, se otorguen transferencias directas no reembolsables. Esta demanda se basa en el precedente de los fondos de recuperación postpandemia, de los cuales el Ministerio de Defensa recibió el año pasado más de 500 millones de euros.

Otros países, como Francia, están estudiando la emisión de bonos de deuda para financiar este aumento del gasto en Defensa —algo que también se hizo durante la pandemia—. Y otra alternativa podría ser aumentar los impuestos para generar recursos adicionales.