En 2021, un animal que no se había dejado ver hasta entonces en España apareció de repente en la Península Ibérica. Así lo contó en su momento la Agencia EFE: “El avistamiento en los últimos días de hasta tres ejemplares de búho nival en el norte de España ha generado un enorme interés entre la comunidad ornitológica, al tratarse de la primera vez que se detecta en la Península Ibérica esta ave, conocida por muchos como el compañero de aventuras del joven aprendiz de mago Harry Potter. Esta rapaz, de blanco plumaje y ojos dorados, vive habitualmente en Norteamérica, principalmente en Canadá, o en la zona europea del círculo polar ártico”.
El primero de los ejemplares fue avistado en Cantabria, “donde fue recogido por el mal estado que presentaba, al parecer por deshidratación, para trasladarlo a un centro de recuperación, donde falleció a las pocas horas”, destacó EFE. El segundo avistamiento, de una hembra, ocurrió el 10 de noviembre en Gozón (Asturias). Tres días más tarde, se encontró otro macho en una zona cercana. Ambas aves permanecieron en Asturias hasta el 20 de noviembre. En ese momento, decenas de expertos y aficionados a la ornitología se desplazaron desde diferentes puntos de España para tratar de observar a esta ave ártica. Luego, los búhos continuaron su desplazamiento hacia el este. Y así es como nació el misterio: ¿Desde dónde habían llegado estas aves a España? ¿Y por qué?
Un misterio que ha tardado cuatro años en solucionarse. Para resolver el enigma, varios investigadores de SEO BirdLife llevaron a cabo un estudio basado en el análisis de isótopos presentes en las plumas de dos de los tres búhos avistados. Estas plumas conservaban información química sobre la región donde habían nacido, lo que permitió determinar su origen. Ahora han presentado los resultados: las aves procedían de zonas del Ártico. Se identificaron como posibles puntos de origen América del Norte, Groenlandia, Rusia o los países nórdicos (Suecia, Finlandia y Noruega).
Además, el estudio reveló que los dos búhos analizados no eran hermanos ni habían nacido en el mismo lugar, lo que descartó aún más la posibilidad de que se hubieran escapado juntos de un centro de cría en cautiverio. Con esta evidencia científica, se confirmó que los búhos nivales que llegaron a España en 2021 eran ejemplares salvajes nacidos en latitudes árticas.
La teoría más plausible: un viaje en barco
Aunque el estudio determinó el origen de las aves, aún quedaba por esclarecer cómo habían logrado recorrer la enorme distancia que separa el Ártico del norte de España. La hipótesis más aceptada por los científicos es que estos búhos, debilitados y en busca de descanso, se posaron en la cubierta de un barco de carga que los transportó accidentalmente hasta España.
Varios indicios respaldan esta teoría. En primer lugar, los búhos fueron detectados en zonas costeras cercanas a importantes puertos como Gijón y Santander, lo que sugiere que desembarcaron tras viajar en una embarcación. Su agotamiento y delgadez indicaban que habían realizado un viaje prolongado sin acceso a alimentos. Y, finalmente, había óxido en el plumaje de uno de los búhos, un rasgo característico en las aves que han pasado tiempo posadas en estructuras metálicas, como las cubiertas de barcos de carga.
