En el campo de la enfermería se pueden encontrar múltiples especialidades con las que obtener un perfil profesional más preparado ante determinadas situaciones. Así, esta rama del personal sanitario puede potenciar sus conocimientos en la parte pediátrica, geriátrica, médico-quirúrgica, de trabajo o de salud mental, así como en la obstétrico-ginecológica.
Es esta última donde las enfermeras reciben también el nombre de matronas. Y es que su formación universitaria junto con su formación sanitaria específica las faculta para atender y cuidar a las mujeres durante el embarazo, el parto y el puerperio -tiempo inmediatamente posterior al parto-, además de “proporcionar cuidados al neonato y al lactante”, tal y como se explicaba en la Confederación Internacional de Matronas que tuvo lugar en Australia en 2005.
Se trata, por todo ello, de un trabajo que incluye aplicar medidas preventivas, detección de complicaciones y actuaciones de emergencia, además de “una tarea importante en el asesoramiento y la educación para la salud”; fundamentales tanto para la madre como para la familia. Sin embargo, la importancia de su labor no se corresponde con el sueldo que reciben, tratándose de uno de los colectivos que más ha protestado por su condición salarial.
Las matronas antes cobraban más
“Aunque la profesión es la misma en todo el territorio, el sueldo de una matrona en España varía según la COmunidad Autónoma para la que trabaje”, explican desde la página web especializada matronas.org. “Así por encima podemos decir que el sueldo medio de una matrona en España (sin cargos especiales) está entre 1.600 euros brutos al mes y 2.100 euros brutos al mes”. Una cantidad a la que habría que añadir dos pagas extras con su salario base -de unos 900 euros actualmente-, lo que resultaría en un salario anual de entre 27.000 y 32.000 euros.
Un elemento llamativo de esta especialidad es que, hasta finales de los años 80, las matronas eran de las enfermeras que más cobraban. Esto se debía a un complemento por especialidad -y la obstétrico-ginecológica era la única que había-, que se eliminó en 1987 a partir de una serie de medidas que buscaron equiparar todos los sueldos. El único lugar en el que siguen cobrando un complemento específico es en Cantabria, una región en la que el colectivo presionó con fuerza para acabar conservando su buen sueldo.
En el resto del territorio nacional, las matronas cobran prácticamente lo mismo que las enfermeras, es decir, ese sueldo base -que aumenta con los trienios, unos 41 euros cada tres años- más dos pagas extras. Además, cuentan con el complemento de destino, condicionado por el puesto que desempeñen en su centro sanitario u hospitalario; el complemento específico, que mide el grado de dedicación, responsabilidad, complejidad y peligrosidad del puesto; y el complemento de productividad, un ingreso variable según el rendimiento y el cumplimiento de objetivos.
Con todo, hay que señalar que el salario de una matrona, así como del resto de profesionales sanitarios, puede variar notablemente en caso de que se trabaje para la sanidad privada en vez de para la sanidad pública. Del mismo modo, uno de los objetivos de todo el colectivo es que las enfermeras empiecen a incluirse en el sugbrupo A1 del funcionariado, algo a lo que se ha comprometido el Ministerio de Sanidad y que conllevaría un aumento del salario próximamente.
