La Casa Real de Suecia pide un préstamo al Estado, tres meses después de recibir su presupuesto anual

Los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia se encuentra atravesando un delicado momento económico al quedarse sin liquidez

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Los reyes Carlos Gustavo y
Los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia. (Europa Press)

Los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia atraviesan un complicado momento a nivel financiero. Sumamente preocupados por sus finanzas, los soberanos han emitido una queja al Gobierno en el que han dejado saber su desazón por no poder hacer frente a una serie de pagos. De esta manera, la casa real sueca ha solicitado una mayor asignación al Estado para poder cumplir con sus obligaciones como miembros de la realeza, lo que les ha situado en el centro de las críticas.

Y es que no es la primera vez que las cuentas de la Corona de Suecia está en números rojos. En noviembre del año pasado, los medios escandinavos sacaron a la luz que los monarcas se vieron en la obligación de pedir un préstamo al Estado de más de medio millón de euros debido a su falta de liquidez. De acuerdo con las declaraciones que el director financiero de la casa real sueca, Jan Lindman, dio entonces, el año 2024 fue “un año difícil”. Unas palabras que quizás hacían referencia a la crisis en la que se encuentra sumida la Corona debido a la pandemia y al cierre de los palacios a los turistas.

A principios de 2025, la Corona Real Sueca recibió el presupuesto anual de 16,4 millones de euros, dos millones más que el año anterior. Entonces, tuvieron que devolver a las arcas del Estado la cantidad de dinero que solicitaron en el mes de noviembre. Según recoge el diario sueco Expressen, el Tribunal de Cuentas ha detallado que “en 2024, el rey cumplió con sus obligaciones, pero no se dieron las condiciones para satisfacer parte de las exigencias del Parlamento de Suecia, el Gobierno, las autoridades, organizaciones, empresas y particulares”.

Los reyes Carlos XVI Gustavo
Los reyes Carlos XVI Gustavo y Silvia de Suecia en una imagen de archivo (EFE/EPA/Pontus Lundahl)

Contra las cuerdas

Además, el Tribunal de Cuentas también ha hecho hincapié en el hecho de que tanto Carlos Gustavo como Silvia de Suecia se han visto en una delicada situación económica después de que los palacios que son propiedad de la familia real se hayan cerrado al público. Y es que hasta el 2020, estos espacios estaban siendo financiados por el dinero de los visitantes y turistas. Pero, tras la pandemia, estos permanecieron cerrados públicamente, lo que provocó una fuerte crisis en el seno de la casa real.

Los reyes dejaron de percibir cerca de dos millones de euros, lo que les obligó a financiar estos gastos con los presupuestos. Tanto es así que, incluso, se vieron en la obligación de reducir la plantilla de trabajadores y, hasta el momento, no se han hecho nuevas contrataciones.

El rey Carlos XVI Gustavo
El rey Carlos XVI Gustavo y la reina Silvia de Suecia en el marco de la tercera Visita de Estado de Suecia a México(SRE /CUARTOSCURO.COM)

Más dinero para el cumpleaños de la princesa Victoria

El Tribunal de Cuentas también ha resaltado el hecho de que “a largo plazo” es importante destinar más dinero para el cuidado de los parques y jardines del Palacio Real. “Un Estocolmo en crecimiento significa que más gente se mueve en estos entornos de parques, lo que creemos que es algo positivo“, asegura el gobernador Staffan Larsson. Se trata de una petición que consideran coherente y que justifican asegurando que al haber más personas ”aumenta el desgaste y la basura".

Otras de las grandes preocupaciones de la Casa Real de Suecia son los grandes eventos que tendrán lugar en los próximos años. Y es que en 2026, el monarca cumplirá 80 años y celebrará sus bodas de oro con la reina Silvia. Dos eventos que sí se podrán gestionar con el presupuesto que tienen asignado. Sin embargo, no podrán hacer frente a las festividades que tendrán lugar en julio de 2027 por el 50 cumpleaños de la princesa Victoria. Así, el Tribunal de Cuentas asegura que, para entonces, pedirán “una financiación adicional” para hacer frente a estos gatos.

No es la primera vez que la casa real de Suecia atraviesa una situación similar, pues en 2014 el Gobierno tuvo que dar un toque de atención a la institución por aumentar su gasto. Algo que es inusual en el resto de las monarquías europeas, que, en general, se cuidan mucho de no mostrarse como un lujo caro en cuanto a términos económicos.