
Un pescador-cazador aficionado de Marseille (Francia), Cédric Manjard (más conocido como “el pescador loco” en sus redes sociales), ha sido condenado a prisión en Aix-en-Provence, en un caso que las autoridades han empleado para alertar sobre “la banalización en las redes sociales de actos de caza furtiva en detrimento de la biodiversidad”.
El Tribunal de Apelación de Aix-en-Provence confirmó este miércoles la sentencia de primera instancia, es decir, 18 meses de prisión, incluido un año de prisión modificable, para este hombre que tiene 120.000 suscriptores en varios perfiles de diferentes redes. De acuerdo con la información publicada en el medio francés Le Parisien, esta sentencia viene acompañada de la prohibición de pescar, cazar o navegar en el mar durante cinco años y la confiscación de su vehículo, según precisó el tribunal en un comunicado conjunto con la Oficina Francesa para la Biodiversidad (OFB).

“El pescador loco”, condenado por 13 delitos de caza furtiva
El caso llevaba abierto desde 2022, y la investigación reveló varios actos de pesca ilegal, tanto por tratarse de especies protegidas como por hacerlo fuera de los periodos autorizados. En la mayoría de países del mundo, hay un periodo en el que se prohíbe la pesca de algunas especies para preservarlas y evitar una sobreexplotación, al que se conoce como veda marina. Por lo general, se lleva a cabo por medio de un acuerdo entre pescadores, productores y autoridades. Estas últimas son, además, las que establecen el tiempo de duración de las vedas, que serán diferentes para cada especie. En términos generales, sin embargo, puede diferenciarse entre la veda permanente (significa que no se puede pescar ni consumir ninguna especie en ningún momento del año, puesto que se trata de animales en peligro de extinción), veda temporal fija (un periodo definido que se repite anualmente aunque, como en el caso del pulpo, la veda puede dividirse por zonas conformadas por distintas latitudes), y la veda temporal variable (un periodo definido que se actualiza anualmente).
El pescador se dedicaba a capturar especímenes de atún rojo, de tiburón, y de varios peces en peligro de extinción como el corbo. Por si fuera poco, el creador de contenido empleaba métodos prohibidos en sus actividades. Según subrayaron desde el tribunal y la OFB, “el individuo publicó sus acciones en las redes sociales, glorificando estas prácticas ante decenas de miles de suscriptores”. El condenado fue denunciado por cinco asociaciones de protección de la naturaleza.
Aunque en sus últimos videos, el acusado parecía tener algo más de consciencia en cuanto a qué prácticas deben ser permisibles a la hora de pescar (protestando al encontrarse un delfín muerto o devolviendo al agua un mero protegido), su largo historial de caza furtiva y su glorificación en redes le han costado la libertad. Algunos de los actos que resultaron en su condena implican al pescador, por ejemplo, exhibiendo un atún capturado durante el período prohibido; o, a pesar de no tener licencia de caza, matar a tiros a una cabra, de acuerdo con France Bleu. Entre otras cosas, claro, porque, en total, ha sido condenado por 13 delitos. En un comunicado de prensa, la Oficina Francesa de Biodiversidad se refirió a " una sentencia ejemplar frente al creciente número de publicaciones en línea de actos de caza furtiva en detrimento de la biodiversidad“.