Última hora en la casa real noruega: la princesa Mette-Marit emite un comunicado urgente sobre su estado de salud

La institución del país escandinavo se ha pronunciado sobre la fibrosis pulmonar que sufre la princesa Mette-Marit, que ha provocado que tenga que ausentarse en diversos eventos oficiales

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La princesa Mette-Marit visita el
La princesa Mette-Marit visita el Hospital Ullevaal, en Oslo, Noruega, el 5 de marzo de 2025. (NTB/Ole Berg-Rusten vía REUTERS).

La casa real noruega no deja de ser la protagonista de las últimas noticias de la monarquía europea. Después del gran escándalo de Marius Borg, hijastro del príncipe heredero Haakon, su madre, la princesa Mette-Marit, vuelve a preocupar a la sociedad del país escandinavo por su estado de salud. Desde que se le diagnosticó fibrosis pulmonar, su estado físico ha ido deteriorándose de manera progresiva, lo que ha obligado a la institución a emitir un comunicado oficial detallando su condición y las medidas que se han tomado en consecuencia.

En los últimos meses, la esposa del príncipe ha tenido que reducir considerablemente sus actividades oficiales debido a las limitaciones que le impone su enfermedad. Además, la presión mediática generada por los delitos de violencia machista y agresión sexual de los que ha sido acusado su hijo, tampoco ha favorecido su bienestar. La combinación de estos factores ha hecho que Mette-Marit se vea en la necesidad de ajustar su agenda y priorizar su salud.

El mensaje emitido por la casa real noruega pone de manifiesto las dificultades que enfrenta la princesa en su día a día. “La princesa heredera sufre síntomas y dolencias diarias que afectan a su capacidad para desempeñar sus funciones. La princesa heredera necesita más descanso y su rutina diaria cambia más rápidamente que antes”, señala el documento.

A pesar de estas limitaciones, Mette-Marit sigue comprometida con su papel dentro de la monarquía. Sin embargo, su participación en eventos públicos es cada vez más esporádica, lo que ha llevado a Haakon a representar en solitario a la corona en muchas ocasiones. Esta situación no es nueva, ya que la princesa ha hablado abiertamente en el pasado sobre las dificultades que enfrenta debido a su condición de salud.

El comunicado también deja claro que los cambios en la agenda de la heredera pueden ser inesperados. “Los cambios en su agenda oficial pueden ocurrir con mayor frecuencia y en menor tiempo de lo que estamos acostumbrados. La princesa heredera tiene un fuerte deseo de seguir trabajando y, por lo tanto, organizaremos su programa oficial en el futuro de la mejor manera posible para que su salud y su trabajo puedan combinarse”, explican desde la casa real.

Esta declaración también busca poner fin a especulaciones y rumores sobre la situación de Mette-Marit. En un contexto donde la monarquía noruega está bajo el ojo público debido a las controversias familiares, cualquier información sobre la salud de la princesa genera un gran interés y preocupa sobre el futuro de la institución.

El príncipe heredero de Noruega
El príncipe heredero de Noruega Haakon y su esposa Mette-Marit, princesa heredera de Noruega, son vistos antes de la final del sprint (REUTERS/Kai Pfaffenbach).

Una historia de lucha y superación

El camino de Mette-Marit dentro de la realeza no ha sido fácil. Su pasado, marcado por un estilo de vida diferente al que tradicionalmente se espera de una futura reina, generó muchas dudas y cuestionamientos en sus inicios. Antes de conocer a Haakon, la princesa llevó una vida alejada de los protocolos reales, trabajando en diversos empleos y teniendo relaciones con personas con antecedentes penales. Su relación con el príncipe heredero comenzó en un festival de música, y aunque al principio enfrentaron la oposición de algunos sectores, Haakon decidió seguir adelante y convertirla en su esposa.

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Con el paso del tiempo, Mette-Marit logró ganarse el respeto y el cariño del pueblo noruego, pero su vida dio un giro inesperado cuando le diagnosticaron fibrosis pulmonar, una enfermedad crónica y degenerativa que afecta la capacidad respiratoria y reduce la calidad de vida de quienes la padecen. Se trata de una condición que no tiene cura y que requiere estrictos cuidados para evitar su avance acelerado.

“Los médicos aconsejan un entorno tranquilo y rutinario, si no la esperanza de vida de estos enfermos, ya muy mermada, se acorta radicalmente”, explicó Pilar Eyre en la revista Lecturas. En este sentido, la princesa ha intentado reducir al máximo los factores que puedan empeorar su estado de salud, aunque los compromisos institucionales y la atención pública que recibe no siempre lo permiten.