Un seguro se contrata con el deseo de no tener que saber de él, pero también con la confianza de que si se necesita su asistencia, cumplirá lo comprometido y cubrirá los daños. Basta sin embargo escuchar a las asociaciones de consumidores, en ocasiones a un familiar o amigo, para descubrir que no son pocos los casos en los que algunas compañías se lavan las manos o se agarran a alguna excepción o letra pequeña para no costear total o parcialmente el contratiempo o, en extremos más dolorosos, las tragedias.
El abogado Miguel Orellana, especializado en Banca y Seguros, explica en su canal en TikTok un caso que ha llegado a su despacho y que le ha removido. Ya el inicio del vídeo evidencia que no se trata de un asunto más y se desahoga: “Os voy a hablar sobre cómo algunos tramitadores de Mapfre no tienen corazón”. Habla de un accidente de tráfico con un fallecido. El cliente de Orellana es el padre de la víctima. Y de puro dolor, este padre está cerca de tirar la toalla, inoperante ante la actitud de la aseguradora. Para él, el dinero es lo menos importante.
Cuánto paga un seguro por un fallecimiento
En España, la indemnización que recibe la familia en caso de fallecimiento en un accidente de tráfico depende de diversos factores, entre ellos el tipo de seguro, la responsabilidad en el siniestro y la relación con la víctima. El seguro obligatorio de responsabilidad civil del vehículo responsable es el encargado de cubrir la compensación económica, cuyo cálculo se rige por el Baremo de Indemnización por Accidentes de Tráfico.
Las cantidades varían en función del vínculo con la persona fallecida, su edad y el perjuicio económico que su ausencia cause a los familiares. En el caso del cónyuge, las cifras pueden oscilar entre 90.000 y 150.000 euros, mientras que para los hijos o padres la compensación depende de las circunstancias personales y económicas de cada cual.
Además del seguro obligatorio, algunas víctimas cuentan con seguros de vida o accidentes que ofrecen indemnizaciones adicionales a los beneficiarios designados en la póliza. En situaciones en las que el conductor responsable carezca de seguro o se dé a la fuga, el Consorcio de Compensación de Seguros asume el pago correspondiente.
“Se agarra a ese clavo ardiendo para no pagar el 100%”
El caso que aquí ocupa es el siguiente, en palabras de Orellana: “La verdad que el accidente fue bastante claro -relata el letrado-, en el sentido de que la persona que lo provocó se metió en contramano e iba drogada y bebida. Pues bien, en el atestado todo claro también en principio, sin ningún tipo de complejidad. ¿Y sabéis lo que hace Mapfre? Pues coge y dice ‘si queréis que pague le tenéis que hacer un descuento’. Se agarran a una chorrada que pone en el atestado, que dice que a lo mejor el coche podría superar la velocidad permitida“.
Explica Orellana que el supuesto hecho de que la víctima superara la velocidad permitida es algo que “evidentemente no se acredita ni muchísimo menos”. “Utilizan ese hilo, ese clavo ardiendo -se queja el abogado- para no pagarle el 100% a la familia. ¿Y ahora qué pasa? Yo le digo a la familia que con lo que hay, yo iría al juzgado y reclamaría hasta el último céntimo. Y me dicen: ‘Miguel, nosotros queremos terminar con esto, no queremos el dinero, para nosotros es secundario. Hemos tenido una pérdida y no queremos más historia’“.
Para Orellana, se trata de una “vergüenza”. “Se aprovechan -las aseguradoras- de circunstancias como esta para rapiñar, que si ya las indemnizaciones por fallecimiento son ridículas desde mi punto de vista, encima le rapiñan a una familia. El tramitador y la compañía que hacen esto -zanja el letrado- no tienen mi respeto porque esto es de verdad de ser mala persona y de hacer las cosas francamente mal”.
