
En España, durante el año 2022, se registraron un total de 35.661 accidentes viales relacionados con la presencia de animales en la carretera, en los que hubo hasta 505 personas heridas y dos fallecidas. Datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) afirman que un 31% de los mismos tuvo lugar en los meses de octubre, noviembre y diciembre, consolidando este trimestre como el periodo con mayor incidencia de este tipo de siniestros.
La invasión de animales en las vías constituye una problemática que muchas veces pasa inadvertida, pero que representa un riesgo importante tanto para los conductores como para los animales implicados. Tanto es así que este tipo de accidentes se ha colado en el noveno puesto entre las causas principales de siniestros viales en las carreteras españolas, según un informe elaborado por la Escuela Nacional de Peritos.
Pequeño aparato que emite ultrasonidos
La Guardia Civil, cuerpo que ostenta la competencia de tráfico en España, ha instalado en muchos de sus vehículos un pequeño dispositivo que pretende evitar las repentinas irrupciones de animales salvajes en medio de la calzada, las cuales pueden provocar un volantazo o una maniobra peligrosa y dar lugar a un accidente vial.
El elemento -complejo de ver a simple vista- que la Benemérita ha comenzado a instalar en sus vehículos oficiales recibe el nombre de molinillo. Como su propio nombre indica, se trata de un utensilio que gira a raíz de la acción del viento, emitiendo ultrasonidos que tienen como objetivo ahuyentar a los animales salvajes ubicados en las proximidades de las carreteras. Generalmente, el molinillo se coloca bajo cualquiera de los retrovisores exteriores o en la parrilla frontal del vehículo.
Precio muy económico
A diferencia del elevado coste de las piezas de un coche, el molinillo o silbato es un producto apto para el bolsillo de todos los conductores. Para adquirir este diminuto aparato, los usuarios de la vía deben acceder a plataformas especializadas en productos para coches y/o motocicletas, donde los podrán encontrar por un precio que ronda los 10 euros. El uso de un molinillo no solo ayuda a que los ocupantes de un vehículo lleguen a su destino sanos y salvos, sino que también contribuye a que la fauna que habita cerca de una vía no sufra muertes accidentales.
Respetar las señales verticales

La señalización de las vías en este tipo de situaciones cumple una función esencial. Cuando un vehículo no está equipado con un molinillo o dispositivo ahuyentador de animales, elementos viales como la señal P-24, recogida dentro del Reglamento General de Circulación, informan de la entrada en una zona en la que animales salvajes pueden atravesar la calzada, con los riesgos que ello conlleva para los conductores y la propia fauna.
Entre las recomendaciones que la DGT hace cuando un vehículo sobrepasa la citada señal, se destacan las siguientes:
- Reducir la velocidad: disminuir la velocidad de forma gradual para evitar maniobras bruscas que puedan causar un accidente.
- Mantener la calma: es importante evitar hacer movimientos bruscos con el volante, que pueden provocar la pérdida del control del vehículo.
- No tocar el claxon: este elemento acústico puede asustar a los animales y hacer que se muevan de forma inesperada.
- Usar las luces largas: en condiciones de baja visibilidad y cuando no se moleste al resto de conductores, activar las luces largas puede descubrir animales en el entorno de la vía.