
Un restaurante en Teo (A Coruña), fue el escenario de un insólito caso que marcó un precedente en España: el ‘simpa’ grupal más grande registrado hasta la fecha. Según informó el programa de La Sexta, Equipo de Investigación en 2022, un banquete de bautizo con 200 invitados dejó una deuda de 5.050 euros tras la huida de los responsables del pago.
La celebración, que incluyó un menú de lujo, barra libre y hasta fuegos artificiales, terminó con los asistentes abandonando el lugar sin saldar la cuenta.
La propietaria del restaurante, María Suárez, relató cómo se desarrollaron los hechos. La familia organizadora del evento había dejado una fianza inicial de 3.500 euros, con el compromiso de abonar el resto el mismo día de la celebración.
Sin embargo, tras una noche de excesos y lujo, el encargado del pago aprovechó un momento de distracción para escapar, dejando la factura sin cubrir. “Con la excusa de tirar los fuegos artificiales, salieron fuera, el encargado salió corriendo, pero ya estaban metidos en el coche”, explicó Suárez.
Un banquete sin escatimar en gastos
El evento, que tuvo lugar en el restaurante que fue reservado exclusivamente para la ocasión, fue planeado con todo tipo de detalles. Según detalló el programa, el menú incluía embutidos, pescado, carne a la brasa y una tarta de gran tamaño.
Además, la bebida fue un elemento destacado de la celebración. “Había que poner una botella de whisky desde el principio de la comida en cada mesa. Si se acababa, otra más”, señaló Suárez. Solo en alcohol, la factura ascendía a 4.000 euros.
La decoración también reflejaba el nivel de exuberancia del evento. Las mesas redondas, dispuestas en los laterales del salón, llevaban cestas de frutas como centro de mesa, mientras que la mesa presidencial contaba con un arreglo floral de gran tamaño. Para amenizar la velada, se contrató una orquesta que tocó durante toda la noche.
La huida durante los fuegos artificiales
El momento clave ocurrió al final de la celebración, cuando los invitados salieron a la calle para disfrutar de un espectáculo de fuegos artificiales. Fue entonces cuando el padre del niño, quien debía hacerse cargo del pago, aprovechó para huir.
Según Suárez, algunos de los asistentes podrían haber estado al tanto del plan. “En mi opinión, algunos estaban compinchados para evitar pagar”, afirmó la dueña del restaurante. Lo peor de todo es que el padre del niño contaba con el dinero restante para pagar la factura, ya que la costumbre en esa familia es era que, durante el corte de la tarta, entregar el dinero en efectivo a los organizadores del evento.
Consecuencias legales y económicas
Tras el incidente, María Suárez decidió llevar el caso a los tribunales. Según explicó al programa, el responsable del ‘simpa’ fue condenado a pagar la deuda en 24 mensualidades de 210,41 euros, además de cubrir los gastos legales de la propietaria.
No obstante, hasta el momento del reportaje, solo se habían abonado seis de esas cuotas. “No se pueden hacer fiestas a todo trapo y cargar el mochuelo a los demás que vivimos de trabajar”, subrayó Suárez. A pesar de las dificultades, la dueña continúa al frente de su negocio, aunque con una lección aprendida. “Este tipo de cosas te marcan, pero no puedes dejar que te hundan”, concluyó.