
“Al principio pensé que era una llamada de broma o una confusión de paciente, pero no, lamentablemente era una situación real y, desde luego, gravísima”. Es la denuncia que ha interpuesto el hijo mayor de un paciente de 73 años que se encontraba bajo los cuidados del Hospital Clínico de Valencia.
No obstante, el hombre mayor había sido trasladado horas antes al Hospital de Sagunt, antes de que se produjera la creencia de la fuga del paciente. Esa es la otra parte de la denuncia: el traslado del paciente, forzoso y sin previo aviso a la familia.
Actualmente, el hombre septuagenario se encuentra en el hospital Camp de Morvedre (Sagunt), a 22 kilómetros de su domicilio habitual y de su núcleo familiar, que está en Valencia, bajo el argumento de que “en Valencia no había ni una solo plaza de UCI disponible”.
“¿Es que estamos en una nueva pandemia y no nos lo han dicho o cómo es posible?”, se ha preguntado el hijo. Por el momento, la Coselleria de Sanidad no ha dado respuestas a la razón del traslado ni ha confirmado si realmente la ocupación estaba completa en el resto de hospitales de la ciudad.
Cronología de los hechos
La serie de acontecimientos comenzaron el pasado domingo, sobre las 19:45 de la tarde. “De pronto, mi padre se quedó como en estado vegetal, sin hablar ni reaccionar a ningún estímulo”, ha contado Kiko, el hijo mayor. Su hermano cogió el teléfono y marcó hasta en un par de ocasiones el 112.
Finalmente, llegó la ambulancia y el personal consiguió estabilizarlo y trasladarlo al Hospital Clínico, el de referencia de la familia al ser el más cercano al domicilio familiar. El hijo mayor pasó la noche con él. “Lo dejaron en un box de urgencias, en observación, haciéndole pruebas. No me pusieron ningún problema, al revés”, ha explicado Kiko.
Sobre las 7:50 del día siguiente, la médica de guardia avisó al hijo de que su padre “se iba a quedar hospitalizado, y que en un rato lo subirían para su ingreso en la UCI”. Diez minutos, la madre apareció para relevar a su hijo y que pudiera descansar.
“A las 9:00 horas, invitaron, por decirlo de alguna manera, a mi madre a irse con el argumento de que las visitas habían concluido, lo cual no tienen sentido, porque a mí me habían dejado quedarme toda la noche a su lado y mi padre estaba pendiente de ser llevado a la UCI y de hacerle más pruebas para informarnos del diagnóstico”, ha señalado Kiko. Un diagnóstico que no llegó hasta el martes por la noche, pasadas 48 horas desde su ingreso.
“Cuatro horas después, llamaron del Clínico y hablaron con mi hermano pequeño. Alguien que se identificó como el médico de la UCI le dijo a mi hermano que a mi padre lo estaban trasladando a la UCI del hospital de Sagunt porque en Valencia no había plazas. Pero cuando pidió explicaciones, la respuesta fue que ya debía estar a medio camino”, ha indicado el hijo mayor.
80 kilómetros para ver a su padre
“¿Cómo es posible que, a pesar de que es paciente no solo de la Seguridad Social, sino también de Muface, no le dieran ninguna alternativa? Es más, ¿cómo es posible que no haya plazas de UCI en Valencia? ¿Estamos en otra pandemia y Sanidad no informa o qué?”, ha denunciado Kiko.
Además, la familia del hombre del septuagenario se queja de haber llevado a su padre “a 22 kilómetros de distancia de su domicilio. Nos obliga a hacer 80 kilómetros cada día en dos viajes mientras esté en la UCI, porque solo podemos visitarle dos horas no consecutivas al día (una por la mañana y otra por la tarde) y con restricciones en el número de personas”. “Mi madre ni siquiera puede conducir, por lo que depende de mi hermano o de mí”, ha subrayado Kiko.
Otro nuevo destino
Pero lo más increíble estaba aún por llegar. La familia entera se desplazó el lunes al Hospital de Sagunt para visitar al padre, entre las 19:00 y las 20:00 de la tarde. Todo parecía normal, por lo que regresaron tranquilos de nuevo al domicilio familiar.
“A las 23:30 sonó mi teléfono. Era un número largo. Una mujer preguntó que si era familiar de mi padre. Es evidente el tremendo susto que me dieron y más a esas horas habiendo dejado a mi padre entubado y en estado crítico”, ha expresado el hijo mayor.
Kiko informó a la médica de que era su hijo y entonces me dijo: “¿Dónde está tu padre, que lo estamos buscando y no lo encontramos? Pensé que era una broma, pero al momento entendí que no, que me lo preguntaba totalmente en serio”, ha manifestado Kiko.
El hijo mayor se dio cuenta de que el número pertenecía al Hospital Clínico, por lo que explicó a la médica que su padre había sido trasladado 12 horas antes. “Es que, además, en esa llamada daban a entender algo así como si el paciente se hubiese fugado o hubiese desaparecido y que la cuestión era que no lo encontraban”, ha declarado el hijo mayor.
“¿Cómo puede pasar que se pierda un paciente y que encima llamen a la familia para pedir explicaciones?”, se ha cuestionado Kiko, incrédulo aún con lo sucedido.