
Este miércoles, 5 de marzo, los creyentes celebran el Miércoles de Ceniza. Esta fecha marca el inicio de la Cuaresma en la tradición cristiana, un periodo de 40 días de preparación para la Semana Santa. Durante esta jornada, los fieles reciben una cruz de ceniza en la frente como símbolo de penitencia y reflexión sobre la fugacidad de la vida. Esta celebración es un llamado al arrepentimiento y a la reflexión, una invitación a la conversión y al ayuno, en referencia al retiro de Jesús en el desierto.
La Cuaresma arranca con el Miércoles de Ceniza y finaliza antes de la Misa Vespertina del Jueves Santo. La simbología cristiana de los 40 días hace referencia a diversos episodios bíblicos, comenzando por la experiencia de Jesús en el desierto, donde enfrentó tentaciones antes de iniciar su ministerio público a través del ayuno y la oración. Este período también evoca los 40 años que el pueblo de Israel pasó en el desierto, así como los 40 días de ayuno de Moisés en el Sinaí y de Elías en el Horeb.
Durante la Cuaresma, se intensifican prácticas como la oración, que busca fortalecer la relación con Dios; el ayuno, como ejercicio de desprendimiento del egoísmo; y la limosna, orientada a la solidaridad con los más necesitados, todo ello como preparación para el encuentro con Cristo.
Qué alimentos no se pueden comer en Cuaresma

Tal y como se indica en el Código de Derecho Canónico, en recuerdo al día en que Jesús murió en la Cruz, todos los viernes de Cuaresma debe guardarse la abstinencia de carne o de otro alimento que haya determinado la Conferencia Episcopal. El ayuno y la abstinencia se realizarán el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo, esto no significa que no se pueda ingerir ningún alimento, sino que sólo se realizará una comida fuerte durante todo el día.
Recetas de Cuaresma
Durante los viernes de Cuaresma se evitan las carnes rojas y se consumen más pescados, mariscos, legumbres y verduras. Algunas recetas populares son las siguientes:
Potaje de vigilia
Un plato clásico de la Cuaresma que combina garbanzos, espinacas y bacalao, creando una comida nutritiva y reconfortante.
Ingredientes
- 300 g de garbanzos
- 200 g de bacalao desalado
- 200 g de espinacas frescas
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- 1 hoja de laurel
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- 1 tomate rallado
- 1 huevo cocido (opcional)
- Aceite de oliva y sal al gusto
Preparación
- Poner los garbanzos en remojo la noche anterior.
- Cocerlos en agua con una hoja de laurel hasta que estén tiernos.
- En una sartén, sofreír la cebolla y el ajo picados. Agregar el tomate rallado y el pimentón.
- Añadir el bacalao desmigado y las espinacas al sofrito.
- Verter esta mezcla en la olla con los garbanzos y dejar cocinar unos minutos.
- Servir caliente con huevo cocido picado por encima.
Sopa de ajo o sopa castellana
Un plato sencillo pero delicioso, ideal para los días fríos de Cuaresma.
Ingredientes
- 6 dientes de ajo
- 100 g de pan duro en rebanadas
- 1 litro de caldo de verduras
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- 2 huevos
- Aceite de oliva y sal al gusto
Preparación
- Sofreír los ajos laminados en aceite de oliva.
- Añadir el pimentón y el pan en rebanadas. Rehogar unos minutos.
- Verter el caldo caliente y dejar cocinar a fuego lento durante 10 minutos.
- Cascar los huevos sobre la sopa y remover ligeramente para que se cuajen.
- Servir caliente.