
Los líderes de los Veintisiete debatirán este jueves fórmulas para financiar el aumento del gasto en Defensa y abordar los planes para ayudar a Ucrania. La reunión, convocada por el presidente del Consejo Europeo, António Costa, y con Volodímir Zelenski como invitado, se produce en un momento delicado para Europa.
Primero, porque el divorcio entre Bruselas y Washington es más que evidente y el aliado tradicional ha adoptado ahora una postura combativa y proteccionista; segundo, porque existe la preocupación de que las negociaciones de paz que Estados Unidos mantiene con Rusia -sin la UE ni Ucrania- desemboquen en un acuerdo que solo refuerce a Vladímir Putin. Por si dar la ventaja negociadora al país invasor fuera poco, para agilizar aún más los plazos de la guerra y dejar sin margen de maniobra al líder ucraniano, el presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó este martes congelar el envío de ayuda a Ucrania.
Desde el inicio de la agresión militar de Rusia, la UE y sus Estados miembros han facilitado cerca de 135.000 millones de euros en apoyo a Ucrania, pero el abandono de Washington, que supone el 40% de la ayuda restante, obliga a Bruselas a buscar fórmulas que le permitan hacerse cargo de la seguridad en el continente sola. El presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó que eran necesarios 200.000 millones de euros para abordar las necesidades a corto plazo y la Comisión Europea cifró en 500.000 millones de euros la ayuda adicional necesaria. Pero la gran incógnita es, una vez más, de dónde se sacará ese dinero.
Estados miembros como España y los países nórdicos presionan para financiar el rearme con emisión de deuda común, pero Alemania y Países Bajos se oponen. Además, países como Italia y Francia, con poco margen de maniobra fiscal, necesitarán de mecanismos para convencer a los mercados de un mayor endeudamiento, que Von der Leyen estima en el 1,5% del PIB.
El plan de Bruselas para financiar el rearme
La presidenta de la Comisión Europea ha querido dar el primer paso para romper el tabú de la deuda común y trasladó este martes una carta a los líderes con un plan para movilizar 8.000 millones de euros. Entre los cinco puntos que recoge la propuesta Rearmar Europa destaca la creación de un instrumento europeo dotado con 150.000 millones en préstamos a los países para inversiones militares, pero gran parte del peso de la inversión, el 80%, estará sujeta al gasto nacional.
Para motivar el temido endeudamiento, la alemana planteó flexibilizar instrumentos ya existentes como los fondos de Cohesión o aprobar ”cláusulas de escape” para excluir de los cálculos de deuda y déficit las inversiones en industria militar, lo que protegería de sanciones a los países que sobrepasen los niveles de deuda permitidos por la Comisión. Además, habló de movilizar capital privado acelerando la Unión de Ahorro e Inversión y a través del Banco Europeo de Inversiones, institución que preside la española Nadia Calviño.
Respecto a la financiación de los 150.000 millones de euros, Von der Leyen no ha detallado cómo se financiará este fondo, si bien fuentes comunitarias señalan a varios medios que podrían utilizarse los 93.000 millones de euros que quedan por solicitar de los fondos del Instrumento de Recuperación y Resiliencia aprobado tras la pandemia.
En todo caso, todo dependerá de lo que se decida este jueves entre los Veintisiete, pero las miradas están puestas sobre todo en el canciller alemán, el conservador Friedrich Merz. Macron vería con buenos ojos la emisión de deuda común, mientras que Alemania opta de momento por la creación de un fondo especial para Defensa.
La Unión Europea podría optar por esquemas de financiación similares al utilizado en la recuperación de la pandemia, en cuyas cifras se ha basado la jefa del ejecutivo comunitario para el plan de rearme. En 2020, Bruselas propuso la creación de un fondo de 100.000 millones de euros, más tarde se aprobaría en el Consejo Europeo la creación de los fondos Next Generation EU, cifrados en 750.000 millones de euros.
En la reunión se abordará también las garantías de seguridad en Ucrania si Zelenski acepta el plan de paz, pero aquí todavía no hay consenso y la iniciativa depende de cada gobierno. Francia y Reino Unido lideran los esfuerzos para crear una fuerza de seguridad europea, como pidió el líder ucraniano. Londres, apoyado por París, aboga por el envío de tropas a territorio ucraniano como una futura misión de paz que Lord Dannatt, el antiguo jefe del Ejército británico, estimó en 30.000 soldados británicos en rotación, según afirmó a la BBC.
No obstante, este escenario todavía es "prematuro" para gobiernos como el de España, que considera que todavía es pronto para hablar de posguerra si no hay garantías de una paz “justa y duradera”. En cualquier caso, la UE y sus Estados miembros están dispuestos a asumir una mayor responsabilidad por la seguridad de Europa, aunque una vez más deberán buscar la forma de sortear los vetos de los gobiernos prorrusos de Hungría o Eslovaquia.